No hubo una sola voz que no hablase cargada de alegría. Y eso que eran muchas. Enredadas en conversaciones risueñas de recuerdos y anécdotas. Porque 49 años de docencia dan para mucho y van dejando huella en infinidad de niños de colegio, hoy hombres y mujeres que ayer quisieron rendir homenaje al dominico José Luis Álvarez Valdés (Figaredo, 1936).

La cita, que se celebró en el Castillo del Bosque de la Zoreda, entrañaba cierto secretismo. Silvia Álvarez y su marido, el exjugador de hockey y exalumno del dominico Luis Manuel Taboada, impulsores del acto, cuidaron mucho que los detalles no llegasen al oído del Padre Valdés. La expectación era alta y el encuentro no defraudó.

Con todos sentados, las puertas del salón se abrieron ante el Padre Valdés. Unas doscientas personas le recibieron con aplausos. Se le veía radiante. "En la vida hay altibajos pero la suma total para mi ha sido muy positiva", había dicho instantes de cruzar las puertas para valorar su trayectoria personal y profesional. Muchas de las caras de las que la han llenado le recibieron en pie como agradecimiento. Entre ellos el exalcalde, Antonio Masip. "El hockey dio años grandiosos a Oviedo y él es el emblema de ese deporte", dijo. O el edil del Ayuntamiento de Oviedo Gerardo Antuña: "Ningún alumno puede decir que no fue un profesor bueno y justo". El presidente del Colegio de Médicos de Asturias, Alejandro Braña, apuntó que "siempre mantuvo un trato muy directo y muy cordial con los estudiantes". Y el exconsejero de Cultura y Deporte Manuel de la Cera terció: "Siempre admiré la cantera inagotable de los dominicos y él fue quien elevó el hockey".

Mientras, la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada resaltó del homenajeado que "es un hombre muy representativo de las cuencas mineras y ha dado mucho por ellas". También habló el exjugador de hockey Juan Alberto Fernández: "Es una gran persona y nuestro deporte se elevó con él". Gustavo Suárez Pertierra, exministro de Educación y de Defensa, quiso mostrar su cariño por el dominico. Lo hizo a través de una carta puesto que no lo fue posible asistir a una cita en el que estuvieron también el exconcejal Iván de Santiago y el eurodiputado Jonás Fernández.

Exlumnos, gente del mundo del hockey, de la política, amigos... Todo afecto para el profesor de unos, el entrenador de otros y el amigo de todos. Llegó a Oviedo (Santo Domingo de Guzmán) en 1963 y en 1990 se fue a la Felguera (Santo Tomás de Aquino) hasta junio de 2012. Pero los marcó a todos. Y aún después de haberse jubilado se aprecia en sus palabras esa intención docente. Deja un mensaje para los que hoy llenan las aulas: "El hockey era una actividad muy importante para ocupar el tiempo libre. Hoy, en la vida moderna, cada vez hay más tiempo libre, ¿qué haces con él? ¿Lo empleas en algo que te dignifica o vas de 'botellón'?. Saber ocupar el tiempo libre siempre me pareció muy importante"

De recuerdo se llevó una placa conmemorativa y una noche inolvidable. En ella que se proyectó un vídeo, después del café y el chupito, a través del que quisieron estar presentes los exjugadores profesionales Jordi Calafell, Juan Carlos Reigoso y Ramón Peralta y el mentalista Anthony Blake. Un reconocimiento más para la larga colección del dominico. Este de parte de quienes más aprendieron y disfrutaron con él.