Con castañas y sidra dulce en las mochilas no se necesita gasolina para desplazarse. Así lo entienden los integrantes del colectivo Asturies Con Bici y por eso ayer volvieron a organizar su amagüestu en el área recreativa de El Llosalín, en la localidad de Bueño (Ribera de Arriba), a unos diez kilómetros de Oviedo. La finalidad de la iniciativa no es más que demostrar que el uso de la bicicleta es compatible con el ocio y para promocionar este medio de transporte como alternativa saludable y sostenible. "Es el quinto año que lo hacemos y cada vez se anima más gente. Este año seremos unas cien personas", explicaba ayer David Ripoll, el presidente del colectivo organizador, en la Losa de Renfe, el lugar establecido la quedada.

La salida estaba prevista para las doce del mediodía, pero los miembros de Asturias Con Bici la demoraron un poco para asegurarse de que el pelotón estaba completo. "Viene gente de toda Asturias. Hemos quedado en la Losa porque muchos cogen el tren para desplazarse hasta la ciudad", aseguraba Ripoll mirando el reloj. Poco después arrancó la marcha. Los ciclistas recorrieron la ciudad hasta el Parque de Invierno para después circular hasta el Caleyo. Una vez allí, el tramo hasta Bueño ya fue un paseo. "El itinerario contempla un tramo urbano, un poco de senda verde y también carretera. No se trata de una carrera, la idea es disfrutar del paseo y vivir una jornada de confraternización entre todo los que nos gusta disfrutar de la bicicleta", dice Ripoll.

Los que no quisieron perderse el plan fueron Julio González, Ivonne Morales y el pequeño Óscar González. "Nos parece una idea estupenda, una forma de pasar un domingo en familia y de que el crío haga un poco de deporte", explica Julio González. Según señala, "desde que conocimos las actividades que organiza este colectivo procuramos apuntarnos a todas las que podemos".

Judit Guerrero también se desplazó ayer hasta el área recreativa de Bueño. Lo hizo junto a sus hijos Saúl y Samuel García y con uno de sus amigos, el pequeño Daniel Manso. "Hay que aprovechar días como este para andar un poco en bicicleta. Tristemente la ciudad de Oviedo no está muy bien preparada para este tipo de transportes y los días normales es bastante peligroso circular por sus calles", mantiene Judit Guerrero.

Una vez en Bueño, los participantes pasaron juntos una jornada de sol en la que se consumieron más de treinta kilos de castañas y unos cincuenta litros de sidra dulce.