"Verán, yo esta vez he quedado plenamente satisfecho del juego realizado por el Real Oviedo en la tarde del domingo frente al Indauchu, de Bilbao. Creo sinceramente que ustedes también. Los que presenciábamos el partido nos preguntábamos a veces si aquello no era un sueño que al despertar iba a dejarnos decepcionados. Pues, no, no hubo frustración. Aquello, lo que ocurría sobre el resbaladizo terreno del Tartiere, era verdad. El Real Oviedo jugaba distinto. Jugaba con fuerza. Y con velocidad. Y remataba. El partido terminó 5-0".