Sandra Estrada (Oviedo, 1981) se pasa el día creando. Esta profesora de arte de la Fundación Vinjoy es capaz de pintar un cuadro o escribir una canción al oír el aleteo de un pájaro o degustar por primera vez un buen cacao. Le gusta dar esa libertad a sus alumnos del programa "Origen" y de la "Escuela de monitores artísticos", la mayoría con discapacidadades y trastornos mentales. Suele plasmar su visión positiva de la vida en las ilustraciones que hace, como las del libro "Parábolas psicológicas", del director de la Fundación Vinjoy, Adolfo Rivas. Estrada es una mujer optimista, solidaria y artista multidisciplinar que define su trabajo como "arte terapia". Y lo explica.
-¿Qué es la arte terapia?
-El arte es la mejor terapia para personas discapacitadas y enfermos mentales. Los resultados son evidentes y una buena forma de mostrarlos es a través de exposiciones colectivas. En enero, la Fundación Vinjoy, gracias a su centro de normalización a través del arte, organizó una muestra en el Auditorio Príncipe Felipe. Las obras eran muy buenas y la mayor parte eran pinturas y dibujos muy coloristas que no dejaban a nadie indiferente. Eran tan potentes que ni los entendidos ni el público en general podría imaginar a los autores. Todo es fruto del trabajo en clase. Es decir, del arte como terapia.
-Entonces, ¿el arte les ayuda a superar dificultades y a mostrarse ante la sociedad?
-Exactamente. La pintura y el dibujo fomentan la autoestima, mejoran los niveles de comprensión y ayudan al desarrollo personal. Además, en clase procuro poner el acento en las capacidades de los alumnos en lugar de en sus discapacidades. Eso hace que les sea más fácil expresarse y por tanto, lo que llega al resto de la gente es algo en estado puro, que normaliza a los autores. Los estudiantes con algún trastorno físico o psíquico no tienen miedo a expresarse, son valientes.
-¿Hay artistas en ciernes en la Fundación Vinjoy?
-Por supuesto. Y también hay estupendos monitores. Algunos alumnos con discapacidades o problemas de salud mental imparten talleres artísticos. En ocasiones salen de la fundación y acuden a los centros sociales, y en otras reciben estudiantes interesados de colegios e incluso de la Universidad de Oviedo.
-Hace hincapié en el lado bueno de la vida, pero también habrá pinturas que reflejen el dolor y el sufrimiento.
-Claro, sacar a la luz lo malo también es terapéutico y creativo. Yo misma estoy sorprendida del nivel artístico de los alumnos precisamente por la fuerza y sinceridad de lo que hacen,
-Y Sandra Estrada, ¿cuándo tiene tiempo para su arte?
-Todo el tiempo. Desde que estudié en la Escuela de Arte de Oviedo y luego me licencié en Bellas Artes en Inglaterra y Ponferrada no he parado. La educación me sirve para canalizar parte de mi creatividad. Y por las tardes, al salir de la Fundación Vinjoy, no estoy quieta. Ahora estoy componiendo 22 temas para un disco. Se trata de poemas que se asemejan a mi pintura por su eclecticismo. Habrá jazz, blues o reggae.
