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Más control sobre el examen para evitar trampas en las oposiciones de médicos

Sanidad elabora un protocolo para el tribunal que exige al presidente extremar la vigilancia e impone total discreción a los demás evaluadores

Un estricto control sobre los exámenes por parte de los presidentes de los tribunales, una extremada discreción por parte de los restantes evaluadores y un absoluto respeto al anonimato de los aspirantes en el momento de la corrección de los ejercicios. Éstas son algunas de las medidas establecidas por la Consejería de Sanidad del Principado con el objetivo de garantizar la limpieza de los concursos-oposición de médicos que se desarrollarán en los próximos meses.

La Administración, a través del Servicio de Salud del Principado (Sespa), ha elaborado un protocolo de actuación dirigido a los miembros de los tribunales evaluadores con el que tratará de evitar irregularidades como las registradas en los procesos selectivos celebrados en 2011, en los que se produjeron reclamaciones que incluso llegaron al Tribunal Supremo. El Alto Tribunal ha anulado de forma parcial, y ordenado repetir, el concurso-oposición de medicina interna, una sentencia pendiente de ejecución.

El documento del Sespa atribuye al presidente del tribunal buena parte de la responsabilidad del procedimiento de selección. Con respecto al diseño del cuestionario tipo test, indica que será asumido "en exclusiva por el presidente, no pudiendo participar en su redacción ningún otro miembro del tribunal ni personal auxiliar de ningún tipo". Asimismo, precisa, el presidente "extremará las medidas de seguridad en la custodia de las preguntas en este plazo de tiempo".

Naturalmente, esto no significa que sea el presidente el que ponga todas las preguntas, sino que "encargará a cada uno de los miembros del tribunal la confección de un número de preguntas que consideren necesarias", señala el manual del Sespa. Y añade: "Con la finalidad de evitar posibles filtraciones, con carácter general, el total de preguntas a elaborar por cada miembro debe ser al menos tres veces superior al de las necesarias para completar los cuestionarios".

Una vez que haya recogido todas las preguntas, el presidente elaborará el cuestionario utilizando las que considere mas adecuadas, procurando en lo posible que "tenga un contenido proporcional y comprensivo de todas las áreas de conocimiento".

El protocolo se refiere también a los supuestos prácticos, los que más reticencias suscitan entre los opositores porque ven en ellos un caldo de cultivo para las filtraciones y los favoritismos. "El presidente encargará a cada uno de los miembros del tribunal la confección del número de supuestos prácticos que consideren necesarios". Con el fin de garantizar la objetividad y confidencialidad del ejercicio, la Administración sanitaria propone elegir entre tres mecanismos de actuación. El primero: "El día de celebración de la prueba se sortearán los supuestos prácticos que conforman el ejercicio, de tal manera que hasta ese día ningún miembro del tribunal tendrá conocimiento de los supuestos prácticos elaborados por los demás". El segundo: "Recogidas las preguntas, el presidente elaborará un supuesto utilizando las que considere más adecuadas"; una vez más, "la preparación de los supuestos será asumida en exclusiva por el presidente". Y el tercero: "El contenido del supuesto se elaborará entre todos los miembros del tribunal el mismo día de celebración de la prueba, de tal manera que hasta ese día ningún miembro del tribunal tendrá conocimiento del contenido de la prueba".

Una vez realizados, "los ejercicios de las pruebas selectivas serán corregidos y calificados sin que se conozca la identidad de los aspirantes", establecen las instrucciones a los tribunales.

Este próximo viernes, el pleno de la Junta General del Principado debatirá una proposición de ley de Podemos que reclama que en las próximas oposiciones de médicos especialistas se propongan un tipo de pruebas que no contengan, "en ningún caso, ejercicios leídos o desarrollados en presencia del tribunal ni en sesión pública". Podemos también exige que "el tribunal no pueda conocer a quién pertenecen los formularios de respuesta hasta que se establezca la puntuación definitiva". Esta propuesta legislativa será aprobada (sólo hay dudas sobre la postura del PSOE), y entonces se abrirá un debate acerca de si puede ser aplicada los concursos-oposición ya convocados por la Consejería de Sanidad.

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