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Cenizas que descansan bajo el ciprés de la iglesia

El Santo Cristo de las Cadenas, que ya no admite más recipientes funerarios, tiene un espacio con este tipo de urnas enterradas

Aspecto que presentaba ayer el espacio del jardín del Santo Cristo de las Cadenas donde hay enterradas urnas cinerarias. MIKI LÓPEZ

Los vio desde la misma iglesia. "Había una familia junto a un tejo aventando las cenizas de uno de sus familiares. Era una escena triste y de dolor". A Javier Suárez, por aquel entonces párroco del Santo Cristo de Las Cadenas, el lugar no le pareció el más apropiado: "Estaban al lado de una cuneta". Y decidió entonces habilitar un espacio en los pequeños jardines del templo para enterrar urnas cinerarias. Lo declaró campo sagrado, habilitándolo así para el descanso de los difuntos. Una condición indispensable para la Iglesia católica, que en un reciente documento ha prohibido aventar cenizas, guardarlas en casa o repartirlas entre los familiares.

"Por motivos de espacio, porque si siguiésemos se llenaría el jardín" ya no se admiten más urnas. Así lo explicó ayer el párroco actual, Julián Herrojo, quien destacó que aquello que creó Javier Suárez, "movido por la piedad", es una singularidad en Oviedo. No hay nada parecido en toda la ciudad. Y ni siquiera hay demasiados templos en los que podría plagiarse la idea puesto que se necesita un jardín en el que se pueda cavar y que sería después bendecido y declarado sagrado por el párroco.

Con el brazo estirado y bajando el dedo hacia el suelo con cada nuevo número que pronuncia, Julián Herrojo cuenta las lápidas y piedras pintadas que los familiares colocaron para recordar a los suyos. Un total de 11. La más antigua del año 2002.

A su lado velas y flores, que lucen frescas. El día de Todos los Santos y el Día de Difuntos hubo un gran tránsito de gente en esta parte del jardín e incluso el párroco presidió una oración allí mismo tras las misas pertinentes. Pero destaca que las visitas son constantes: "Casi todos los días viene gente".

Herrojo cuenta que él mismo hizo algo parecido, habilitando un espacio al mismo fin, en el cementerio de Miravalles de Villaviciosa y destaca que esta forma de disponer de las cenizas cumple con todas las exigencias de la Iglesia católica. "Se hace de forma respetuosa y digna y en un lugar adecuado".

Por encima de las flores y esquivando lápidas y piedras pintadas crecen camelias, laureles y cipreses. Plantadas por los familiares. Para hacer el lugar, además de sagrado, agradable. Como conmemoración y homenaje. Aunque tienen también una finalidad práctica. Marcar el lugar donde están enterradas las urnas en unos de los jardines parroquiales más singulares de Oviedo.

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