Si usted se siente cansado sin motivo aparente, si últimamente se marea con frecuencia o si nota alterado su tránsito intestinal, lo mejor es acudir a su médico para hacerse unos análisis. El estudio científico de una muestra de sangre o de orina puede ser determinante para detectar cualquier enfermedad y combatirla "antes de que sea demasiado tarde". La información que contienen esos fluidos orgánicos les permite a los médicos atacar directamente a la raíz del problema o descartar males mayores con tan sólo un pinchazo. "Hoy en día con medio mililitro de sangre podemos procesar más de 20 parámetros en muy poco tiempo", aseguró el doctor Luis Alberto Oporto, que ayer estuvo en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA para tomar parte activa en la mesa redonda titulada "¿Por qué no te haces unos análisis? De la clínica al laboratorio?". La charla formó parte de las iniciativas programadas dentro de la Escuela de Salud del Centro Médico de Oviedo. En el acto también fue protagonista su colega Pedro Zaldívar, especialista en Medicina General y Familiar. No en vano, fue el primero en tomar la palabra. "Lo primero que hacemos cuando un paciente llega a la consulta es elaborar un amplio historial médico. Es muy importante saber si alguien es fumador, si tiene antecedentes familiares de alguna enfermedad importante, sus alergias... También miramos mucho si en su familia hubo infartos de hombres con menos de 55 años o de mujeres con menos de 65", señaló. Después se lleva a cabo una exploración física y, en caso de que no pueda ofrecerse un diagnóstico fiable, el médico procede a solicitar los análisis. Los más comunes, según explicó Zaldívar, se piden para detectar "posibles alteraciones del colesterol, para la diabetes, por la tensión arterial o por problemas de carácter urológico", aunque también se solicitan "ante una tos continua, por problemas digestivos, ante episodios de insomnio o para detectar enfermedades reumáticas", señaló. "Todo aparece en las pruebas", resumió el doctor Pedro Zaldívar.

Cuando le tocó el turno a Luis Alberto Oporto, el especialista comenzó hablando brevemente sobre la historia de los laboratorios y de los análisis clínicos. Les contó a los asistentes como el químico francés Antoine-François de Fourcroy "fue el primero que pidió los laboratorios en los hospitales como un nuevo medio para investigar las enfermedades", pero después se centró en volver a resaltar la importancia de los análisis. "No hay que tener miedo, sólo con un pinchazo podemos obtener mucha información y eso es vital para el paciente", afirmó.

También lanzó otro mensaje: "Hay quien tiene miedo a que le cambien los resultados en el laboratorio por confusión, pero hoy en día con la informatización eso es casi imposible", subrayó el doctor.