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Colegio Juan Rodríguez Muñiz

Un cole que se lo come todo

El Juan Rodríguez Muñiz ofrece un servicio de comedor gestionado por el propio centro, una "cocina de mercado diario" en la que "todo el producto es fresco"

Las profesoras Begoña Banciella y Cristina Marcos, con su clase de Infantil.

En el colegio Juan Rodríguez Muñiz, situado en el barrio de Las Campas, los niños sólo repiten a la hora de comer. En una ciudad en la que la inmensa mayoría de los centros educativos trabajan con empresas de catering para dar de comer a sus alumnos -firmas que sólo pueden destinar un euro al menú de cada escolar debido a lo poco que les pagan los ayuntamientos-, en el Juan Rodríguez Muñiz cuentan con un servicio de comedor gestionado por el propio centro que ha logrado que los niños no echen de menos los platos preferidos de sus casas. No en vano, alrededor de 350 pequeños comen en el colegio a diario. "Aquí no se escatima a la hora de comprar buenos productos. Es una cocina de mercado diario, todo está fresco y los niños que optan por repetir lo hacen cuantas veces quieren", asegura Ángeles Pardo, la jefa del equipo de cocineras, que en el momento del reportaje preparaban un menú a base de moros y cristianos, croquetas y ensalada. "Me gusta todo lo que nos ponen en el comedor, la verdad es que está buenísimo", asegura Diego Menéndez, que come allí todos los días desde que acude al centro.

Pero el colegio público de Las Campas -que cuenta con 450 alumnos distribuidos en 22 grupos de Infantil y Primaria- no sólo engancha por el paladar y por el efecto saludable que tienen en los niños las dietas caseras y equilibradas. También tiene otros muchos encantos. Para empezar se encuentra enclavado en un emplazamiento idílico, rodeado de la naturaleza que emanan el Naranco y el Aramo. Además, cuenta con todo tipo de tecnologías en sus aulas, sus responsables despliegan un ambicioso programa bilingüe y en el centro existen infinidad de actividades extraescolares, muchas de ellas desarrolladas en colaboración con importantes entidades deportivas de la ciudad. De hecho, el colegio está abierto todos los días de la semana desde las siete y media de la mañana hasta las ocho de la tarde.

"En los últimos años hemos duplicado el número de matrículas", afirma el director del colegio, Luis Enrique García-Riestra, quien explica que la mayoría de los niños que asisten cada día a sus aulas provienen de Las Campas, La Florida, La Argañosa y las localidades rurales situadas en la falda del Naranco. Precisamente ese repunte de matrículas, la demanda, ha obligado a ejecutar unas obras de redistribución de espacios que actualmente se encuentran paradas y mantienen parte de la fachada con andamiajes y a dos grupos de quinto de primaria en barracones instalados en el patio. "Cuando finalicen los trabajos contaremos con una planta más y con muchas más aulas para nuestros alumnos", explica el director. Aunque la comunidad educativa "ya se ha acostumbrado a convivir" con esta situación y el proyecto "no afecta para nada al día a día del colegio", García-Riestra confía en que las obras "estén terminadas este curso, para que podamos celebrarlo al mismo tiempo que el cuarenta aniversario del centro, que se construyó en 1977".

Las iniciativas en favor de la potenciación de la lectura son una constante en el Juan Rodríguez Muñiz. Actualmente, por poner sólo un ejemplo, los alumnos de Infantil se encuentran inmersos en el programa "Maletas viajeras", una forma de despertar su curiosidad por los libros. "Cada semana, uno de los niños se lleva la maleta llena de libros a casa, es el protagonista. Una vez en su domicilio, sus padres se los leen y trabajan sobre ellos en familia. Después hay un libro para que reflejen sus impresiones", señala Begoña Banciella, una de las profesoras.

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