La asexualidad se ha empezado a conocer desde hace poco tiempo, pero, en el fondo, "no es un término tan novedoso como pensamos", explica la sexóloga de Gijón Nayara Malnero. Lo que ha cambiado es que se ha dado nombre a una tendencia sexual y se ha empezado a visibilizar lo que existía desde hace muchos años. Explica que ser asexual significa no sentir interés por el sexo ni las relaciones sexuales. Matiza que el término en sí no es correcto porque literalmente hace alusión a alguien, "no sexuado", que no es ni hombre ni mujer.
Nayara Malnero esgrime que nada tiene que ver con el celibato, porque en ese caso la persona opta por la abstinencia reprimiendo sus deseos sexuales. Los asexuales no los reprimen porque no los tienen. También es diferente a la falta de libido y no "tiene que ver con una educación sexual restrictiva o castrante", añade la sexóloga, pues la mayoría de las personas que la han recibido tienen pareja, aunque sólo sea por la presión social.
Los expertos consideran que la asexualidad es una tendencia más y no la consideran una patología. Las opciones de cómo vivir íntimamente con su cuerpo son tantas como individuos. Por lo que "la sexualidad se considera que forma parte de la libertad personal de cada uno mientras sea saludable". Por lo que esta tendencia "no es una enfermedad porque no atenta contra tu salud", insiste Nayara Malnero. Prefiere llamarla tendencia sexual, más que opción, "porque tú no la eliges", al igual que uno tampoco opta por ser homosexual, heterosexual o bisexual, por ejemplo.
Lucía Lietsi, que reside en Gijón, es la presidenta de la asociación española de asexuales y tiene un blog a través del que da a conocer esta tendencia sexual, a la que poco a poco se le va dando más visibilidad. Argumenta que "asexual es aquella persona que no experimenta atracción sexual ni siente la necesidad de interactuar sexualmente con nadie para disfrutar plenamente de su sexualidad". Al igual que Malnero, incide en que "no es una decisión, no es un trastorno y no hace infeliz al individuo ya que no se trata de ningún padecimiento. El asexual nace con esta condición". Ser asexual no implica renunciar al placer sexual o a las prácticas sexuales, ya que "una cosa es la orientación sexual y otra el comportamiento sexual que cada persona lleve a cabo en su vida". Algunos asexuales se masturban y otros, no. "Nos queda mucho por aprender y normalizar. Si en algo somos heterogéneos y diferentes es en la sexualidad", concluye Nayara Malnero.
