Hay una cosa que es común a todos los perros, y es que siempre tienen hambre. Son expertos en poner las caras más tristes del mundo cuando su dueño está comiendo y no comparte "el tesoro" con él. Aunque les cueste soportar esas caras largas de las mascotas, en la mayoría de las ocasiones sus dueños lo hacen por su bien, ya que no todos los alimentos aptos para el consumo humano son buenos para los animales.
A pesar de que en los pueblos siempre se han alimentado a los perros con las sobras de las comidas, lo cierto es que hay alimentos que los humanos tomamos de forma habitual pero son tóxicos para perros.
El chocolate. Es uno de los peores. Algunas sustancias presentes en el cacao pueden causar el envenenamiento. Puede provocar convulsiones, alergia, convulsiones, aceleración del corazón o diarreas.
Ajo y cebolla. Contienen tiosulfato, un componente complicado de procesar para los perros que daña sus glóbulos rojos. Si un can come un poquito de cebolla o de ajo ocasionalmente, no pasa nada, pero si le prepara comida casera no debe incluir estos ingredientes. Cuando un perro come cebolla o ajo no enferma de inmediato, pueden pasar hasta cinco días antes de que muestren los primeros síntomas.
Uvas. Los compuestos químicos que causan el envenenamiento de los animales por la ingestión de uvas son todavía desconocidos, pero está comprobado que tanto las uvas, también pasas, pueden causar insuficiencia renal aguda. El animal puede morir en 3 o 4 días.
Leche. No es un alimento tóxico para perros como tal pero la mayoría son intolerantes a la lactosa. Los animales dejan de crear la enzima encargada de digerir la lactosa a los pocos meses de vida, por lo que no son capaces de digerir la leche ni sus derivados y su ingesta les provocará diarrea, vómitos y problemas digestivos.
