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Al Final De La Semana

Rosón declara la batalla del agua

Las graves acusaciones del edil de Somos hacia Aqualia a espaldas de los socios en el Ayuntamiento abren otra brecha en el tripartito

Rosón declara la batalla del agua

Más de uno en Oviedo mirará este mes con recelo su recibo del agua. Igual hasta lo rompe en pedazos. Lo hará quien siga a ciegas a Rubén Rosón, concejal de Economía del sello ovetense de Podemos metido a guardacostas del contrato municipal del agua. Provoca el edil la enésima bronca entre los socios del gobierno de la ciudad después de poner algo más que interrogantes sobre la empresa Aqualia, concesionaria de la gestión acuática desde hace veinte años y con contrato vigente hasta, atención, 2071. Rosón viajó a Madrid para el Encuentro de Ciudades por el Agua Pública y en las páginas de este periódico dejó temblando a la empresa. Sospechas sobre irregularidades en la facturación y en la licitación de obras y acusaciones de falta de transparencia e incumplimientos de contrato aparecieron entre los reproches. Coronó con una frase de libro: "Vamos a poner la lupa para que no se vayan millones por el retrete". De un plumazo, Rosón fulminó la credibilidad que pudiera tener la empresa y señaló a la edil Ana Rivas, del PSOE y responsable de Aguas, a la que dejó en (supuesta) evidencia, si es que algo de cierto hay en las ilegalidades que señaló Rosón. Se le atragantó el desayuno a la segunda teniente de Alcalde, ante unas revelaciones que desconocía. Más grave le pareció que el concejal de Somos nunca le haya hecho saber tales despropósitos, pese a su responsabilidad en el asunto, más allá de algunas preguntas de detalle sobre la concesión. No fue la de ayer una mañana tranquila de fin de semana entre los que mandan en el municipio, conectados a la actualidad por la bomba de agua de Rosón.

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