Agentes de calle de la Policía Local acusan de prevaricación a "altos mandos del cuerpo" al usar su cargo para dar un trato de favor a amigos o familiares rebajando la gravedad de sus infracciones de tráfico, especialmente las de alcoholemia. Con esta revelación quieren refrendar una investigación abierta por el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, y avalada por el Alcalde para esclarecer si ha habido irregularidades desde 2013 en la tramitación de varios atestados. Fernández ha confirmado a este periódico que esa investigación existe, "está en marcha y terminará en breve", aunque ha preferido no dar detalles sobre el número exacto de casos, ni de las personas a las que afecta.

Sin embargo, las acusaciones van más allá y ponen la lupa sobre dos intervenciones que se hicieron el mismo día: 31 de marzo de hace tres años. Es decir, tres meses después de que Agustín de Luis Criado se jubilase como jefe de la Policía Local. Uno atañe al hijo de un mando de la Jefatura Superior de Policía de Asturias y otro a la hija de un trabajador de Bomberos de Oviedo. Ambos casos, con entidad suficiente como para ser delito acabaron siendo infracciones administrativas. El primero fue en Vázquez de Mella. Un conductor embistió con su vehículo a otro turismo sin que hubiese heridos de consideración, pero dio positivo en alcohol. Y el segundo fue una prueba de alcoholemia realizada a una mujer que presentaba signos evidentes de haber bebido. Le hicieron el test dos veces en el cuartel del Rubín y el resultado fue una alta tasa de alcohol.

Fuentes policiales del cuartel del Rubín matizan la naturaleza de investigación que está en marcha: "El Ayuntamiento no está indagando sobre la desaparición de expedientes o atestados de tráfico ni de otra índole" y defienden la profesionalidad de los funcionarios de la casa "hasta que se demuestre lo contrario".

El actual jefe de la Policía Local, José Manuel López, explicó ayer pormenorizadamente el protocolo seguido para evitar arbitrariedades. "A raíz de lo que pasó con Agustín de Luis (que paralizó el informe judicial de un hombre que cometió un atropello) hay instrucciones concretas para que la documentación no salga de las instalaciones y en caso de que alguien la solicite, quede registrado quién fue". Además, indicó que el mando superior que estaba encargado de supervisar los atestados en 2013 y subsanar errores fue relevado y presta su función en otro departamento.

Los agentes que acusan de prevaricación a algunos mandos del cuerpo prefieren mantenerse en el anonimato, pero aclaran que "los policías de calle se parten el pecho, son honrados, cumplen el reglamento y no reciben presiones. Lo que luego hagan en los despachos es otro tema que nos deja en mal lugar".