La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las castañas de Oviedo llegan de Castilla

Los puestos del paseo de los Álamos asan frutos de Zamora y del Bierzo porque "tienen más calidad que los asturianos"

Cómo asar castañas

Cómo asar castañas

Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Cómo asar castañas Amor DOMÍNGUEZ

"Tienen más calidad que las asturianos". Así de crudo y sin concesiones sentimentales. En el Campo San Francisco, las castañas que se venden con la llegada del otoño no son autóctonas sino Castilla y León, de Zamora y del Bierzo, sobre todo. Con el frío, las neveras de las heladerías cambian en el paseo de los Álamos por los hornos de asar el fruto del erizo.

Las castañeras llevan décadas en el Campo y para buscar la mejor calidad salen de Asturias. "Yo llevo 37 años en mi puesto y siempre traemos las castañas del Bierzo", cuenta María Fernández, una de ellas. "Nos salen los portes más caros que si las compráramos aquí pero las castañas asturianas ya caen mal del árbol y se pudren antes". Cada temporada vende entre 800 y 1.000 kilos de castañas.

A escasos dos metros, otro puesto veterano prepara los cucuruchos para la tarde. Detrás del mostrador está Margarita González. Su familia lleva 50 años en el Campo, en verano y en invierno. "Nos salen más rentables los helados pero esto es una tradición". Sus castañas son de Castilla. "Desde hace cuarenta años las traemos de Zamora, las compramos a pequeños productores y siempre nos ofrecen castañas de calidad, que pelan muy bien y que son muy dulces". Las ventas no han arrancado bien este año. En los puestos dicen que han empezado tarde y que los precios en Oviedo son bajos: "Por un euro hay cucuruchos de siete castañas".

El secreto para asar unas buenas castañas es dorarlas primero con un golpe fuerte de calor y ponerlas en la parte alta del asador para que se vayan haciendo poco a poco. "Antes de meterlas en el horno hay que picarlas porque si no explotan", avisa Margarita González, "Las seleccionamos y quitamos las que están podres para vender sólo las mejores"

Algunos clientes optan por llevarse varios cucuruchos para casa. Cuando se enfrían, el secreto consiste en meter las castañas en el microondas para que queden como recién compradas. "Sólo hay que darles un golpe de calor y podemos comerlas en el sofá", explica la castañera.

Compartir el artículo

stats