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JOSÉ MARÍA VARAS | Hermano mayor de la Cofradía de Jesús Cautivo durante veinte años

"El respeto del tripartito local por la libertad religiosa deja mucho que desear"

"Creo que existe una discriminación hacia la Semana Santa fruto de un laicismo rancio y beligerante del que hacen gala"

José María Varas, antes de la entrevista. IRMA COLLÍN

José María Varas (Oviedo, 1964) es el fundador de la Hermandad de Jesús Cautivo y uno de los impulsores de la recuperación de la Semana Santa en Oviedo. Varas fue el hermano mayor de la cofradía durante veinte años y dejó el cargo el pasado mes de junio en manos de José Salinas. Ahora, como reconocimiento a su labor, sus compañeros le han organizado un homenaje en el que se le hará entrega del título de "Hermano mayor honorífico". El acto tendrá lugar el próximo 19 de noviembre en el marco de una cena de hermandad que se celebrará en el hotel Principado. Las invitaciones pueden retirarse en la sede de la cofradía (calle Fray Ceferino, 24) hasta el próximo lunes, en horario de 19,30 a 21.00 horas.

-¿Por qué dejó el cargo de hermano mayor?

-Primero quiero dejar claro que he dejado de ser hermano mayor, pero ni mucho menos miembro de la cofradía. Una vez dicho esto, la decisión de dejar el cargo vino porque pienso que veinte años son muchos años y porque considero que es necesario un cambio por el bien de la cofradía. Cuando uno lleva tanto tiempo se corre el riesgo de que se identifique a la hermandad con la persona y eso no es bueno.

-Usted fue uno de los impulsores de la recuperación de la Semana Santa en Oviedo a mediados de los noventa del siglo pasado, ¿se encontraron con muchas dificultades?

-Hubo algunas porque con un parón de unos veinticinco años no es fácil retomar una Semana Santa, pero poco a poco fue cuajando en Oviedo y en su ambiente. Hubo tres cofradías que fueron las pioneras. La primera fue la de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Santo Domingo en 1995, al año siguiente se retoma la del Santo Entierro en San Isidoro y después surgió la nuestra. Después de ese tirón, unos años después fueron llegando otras tres hasta conseguir las seis que existen actualmente. Yo diría que la Semana Santa de Oviedo goza ahora mismo de muy buena salud y de un acogimiento popular considerable.

-¿En qué nivel se encuentra actualmente la Semana Santa ovetense en comparación con el resto de las que se celebran en Asturias?

-Me atrevería a decir que es una de las principales. Tanto en Oviedo como en Gijón habían desaparecido las procesiones y se recuperaron casi a la vez. En Gijón hay tres cofradías, tres menos que aquí, y en Avilés, donde nunca se llegó a perder la Semana Santa, existe una gran tradición. Después están otras, como las de Villaviciosa o la de Luarca, que están muy arraigadas. No obstante, en cuanto a respuesta popular, Oviedo está entre las principales de Asturias.

-¿De dónde le viene a usted esta pasión por la Pascua?

-Pues me viene desde niño. Nací en una familia muy religiosa en 1964 y todavía pude ver algunas procesiones en Oviedo antes de que se perdiesen. Después, como no había, veía las retransmisiones que echaban por la tele. Cuando se recuperó la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno no dude en apuntarme. Después fundamos la nuestra en la Basílica de San Juan y hasta ahora.

-Tiene usted un tío canónigo en la Catedral de Oviedo, José Franco, ¿eso también influyó?

-Pues sí, la verdad. Gracias a él yo siempre estuve muy vinculado a la Catedral y eso me marcó. Fui hasta monaguillo.

-¿Diría usted que Oviedo es una ciudad religiosa?

-Yo creo que sí. Dentro del secularismo y de la descristianización tan profunda que hay en España y en toda Europa, Oviedo tiene unas raíces cristianas muy arraigadas. Eso se nota en que hay mucha gente que sigue las procesiones con devoción y con respeto.

-¿Ya se ha solucionado la crisis con el Ayuntamiento que se forjó el año pasado?

-Pues no sé cómo están las cosas de cara a la próxima Semana santa, pero el año pasado sí me tocó vivirlo y no fue agradable. Las relaciones por nuestra parte empezaron intentando que hubiese un ambiente de cordialidad, hubo unas buenas palabras iniciales del Alcalde prometiéndonos que iba a haber un apoyo municipal, pero después aquello no se cumplió en absoluto. Yo siempre lo he dicho: considero que hay una discriminación del tripartito hacia la Semana Santa por motivos religiosos que es fruto de un laicismo rancio y beligerante del que hacen gala continuamente.

-¿La llegada del nuevo equipo de gobierno supuso un golpe para la Semana Santa ovetense?

-Está claro que no ayudó. A mí me resulta incomprensible porque, se sea o no creyente, la Semana Santa no deja de ser un activo para la ciudad porque además de tener un contenido religioso trae consigo una serie de valores como pueden ser los turísticos, los culturales, los impulsos para la hostelería y otros muchos más. Que se haya quitado todo tipo de apoyo y ayuda a la Semana Santa me parece lamentable. No sólo se nos quitó la subvención, tampoco se nos ayudó con los carteles y con los programas de mano y hasta nos echaron del local que teníamos en el descansillo de la escalera de la Oficina de Turismo. El respeto que tiene el tripartito local por la libertad religiosa deja mucho que desear. No hay festejo en Oviedo que le saliese más barato al Ayuntamiento que la Semana Santa. Creo recordar que la última subvención fue de unos 27.000 euros, y con eso se organizan ocho días de celebraciones en la calle y diez procesiones.

-Su cofradía solicita cada año el indulto de un preso, ¿se equivocaron con alguno de ellos?

-En total, hemos conseguido el indulto de diecisiete y sólo uno volvió a ingresar en prisión. Fue por una alcoholemia, pero como la ley dice que si se repite un delito hay que pagar lo que te resta de la primera condena volvió a la cárcel. El resto están rehabilitados y muchos son de nuestra cofradía y participan en la procesión. Personalmente es una de las cosas de las que más orgulloso me siento, de haber contribuido a la recuperación de la vida normal de estas personas.

-¿Hace falta ser muy devoto para ser miembro de una cofradía?

-El único requisito formal es que tienes que ser fiel cristiano, tienes que estar bautizado porque somos asociaciones de fieles. Una vez dicho esto, en la cofradía hay desde gente de misa y comunión diaria hasta personas que están más alejadas y tienen otro nivel de práctica religiosa. Eso sí, la cofradía no puede ser una sociedad de festejos.

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