"La geología. Esa ciencia desconocida que subyace y condiciona toda nuestra vida" es el título de la conferencia que pronunciará hoy, en el Centro Asturiano a las 20.00 horas, el geólogo José Antonio Sáenz de Santa María. La entrada es libre.

"Todo aquello que no se puede cazar, pescar o recolectar sale de una mina. Por eso, la geología es la ciencia que estudia todos los recursos que utilizamos en nuestra vida, de los cuales vivimos y gracias a los cuales nos desarrollamos", explicó ayer a este periódico Sáenz de Santa María.

Después puso unos cuantos ejemplos muy explicativos. De media, cada vivienda tiene unas trescientas toneladas de cemento, áridos, ladrillos y barras de acero en las columnas. Todo esto sale de una manera o de otra de las minas. "Y es que el recurso geológico que más se consume después del agua son los áridos y las canteras de caliza para hacer cemento", detalló.

"Por eso, cuando alguien dice que no quiere explotaciones mineras deberían de cortarle la luz, porque de dónde piensa que procede parte de la energía eléctrica y su producción", explicó el conferenciante, al tiempo que mostró su recelo por el ecologismo "frívolo y poco reflexivo" o mal documentado.

Siguiendo esta línea argumental, José Antonio Sáenz de Santa María se refirió a los coches eléctricos, tan ponderados por los conservacionistas. "Olvidan que utilizan baterías que son de litio, un mineral del que en el mundo sólo hay cincuenta millones de toneladas de reservas, con lo que los geólogos tendremos que hacer un gran esfuerzo para encontrar nuevos yacimientos".

Con la energía eólica, más de lo mismo. "¿De qué piensan que están hechas las torres de los molinos y sus aspas, y de dónde salen esos materiales? De las minas o del petróleo". También defendió las explotaciones de oro a cielo abierto. "Que nadie se equivoque, ese oro no es para joyas de ricos, sino para nuestros móviles. Cada uno tiene treinta miligramos de oro. ¿Queremos renunciar a ellos y a nuestro bienestar o que lo produzcan en el Tercer Mundo?". La pregunta quedó en el aire.