Tras casi mes y medio de negociaciones presupuestarias y superado el debate de los números de las últimas semanas, primero sobre el capítulo de gastos y después sobre las inversiones, el equipo de Gobierno logró ayer cuadrar un presupuesto municipal muy mermado por los 32 millones de la deuda de Villa Magdalena que, previsiblemente, se presentará hoy de forma oficial y en el que el tripartito ha tenido que renunciar a varios proyectos con el objetivo de salvar las obras para poner las cubiertas en los colegios Buenavista I y II y Ventanielles.

Las negociaciones de ayer trataron de resolver el capítulo de inversiones, con la opción de solicitar un nuevo crédito y el consejo de los técnicos de que el Principado rechazaría unas cuentas que incumplieran la regla de gasto por segundo año. Al final, se descartó pedir más dinero y el equipo de Gobierno tuvo que volver a limar las inversiones planteadas inicialmente para arañar 600.000 euros y desplazó otros 560.000 de una obra en Olivares cuya ejecución no estaba prevista.

Esos 1,2 millones de más le sirvieron para sumar unas pocas partidas al capítulo de inversiones, como las mejoras del campo de fútbol La Quintana del Juvencia, en Trubia, presupuestadas en 390.000 euros y necesarias para la cesión posterior que el club trubieco ha negociado con el Ayuntamiento de Oviedo. Además de alguna partida menor, como la dedicada a instalar de nuevo la escultura de Fernando Alba, la cubierta del colegio de Ventanielles irá en este apartado de inversiones. Será la única, pues las techumbres de los patios del Buenavista I y II se cargarán en el remanente de tesorería. El problema de este capítulo es que el Ayuntamiento no puede disponer de él hasta el mes de abril, pero el equipo de Gobierno calcula que el retraso acumulado no permitirá aprobar el presupuesto hasta marzo, con lo que el tiempo que se pierde para licitar y ejecutar las obras es de sólo un mes, respecto a los proyectos que vayan a inversión. En el caso del Buenavista I, las características del proyecto, con una ejecución incompatible con un funcionamiento normal del colegio, obligan a ejecutar las obras en verano. Para lograrlo, el equipo de Gobierno dio finalmente con otra partida de gasto sobrante de este año de la que se puede disponer ya en febrero, lo que permitiría acometer las obras a tiempo.

Para cuadrar las cubiertas, el tripartito se vio obligado a retocar varios proyectos, como una adecuación del Camino de Santiago por ahora suprimida, rebajar a la mitad mejoras en el Campo de San Francisco y varios proyectos medioambientales y urbanísticos.

La forma de tratar de sacar adelante proyectos, aunque vinculados al remanente y por tanto con una ejecución tocada por los tiempos de licitación y ejecución, será el remanente. Ahí se han incluido proyectos como la renovación integral del Campillín, un capítulo importante de renovación de alumbrado con una parte desgajada a inversiones, las obras de accesibilidad de la "Y" en Oviedo, la conexión de la avenida del Cantábrico con Pando o la renovación de la Losa.