"La ciudad episcopal de Sigüenza parecía ayer medieval. Miles de personas recibieron con júbilo, histeria, fervor y lágrimas en muchos casos, la entrada de su nuevo obispo, José Sánchez en su nueva diócesis. Visiblemente emocionado, el hasta ayer auxiliar de Oviedo descendió de un coche azul, y trabajo costó a sus ayudantes poder abrir la puerta trasera para que descendiese".