Un hombre de 50 años está ingresado en el HUCA en estado grave después de que recibiera una paliza en la calle Padre Suárez -en el entorno del Campillín- durante la madrugada del jueves al viernes, hacia las tres de la mañana. Recibió la mayor parte de los golpes en la cara, que tiene destrozada, y apenas ninguno en el cuerpo. La Policía Local acudió al lugar de los hechos en un primer momento, pero la investigación está en manos de la Policía Nacional. Según ha podido averiguar este periódico, no ha habido detenciones y podría haber tres personas implicadas, dos hombres y una mujer.

La última paliza en la ciudad ocurrió en mayo del año pasado cuando un menor agredió a cuatro agentes de la Policía Nacional en la calle Félix Aramburu. El balance fue un policía con una fractura de tibia y peroné, otro compañero con un brazo roto y la clavícula desencajada, un tercero con un desgarro muscular en la pierna por un mordisco y una agente que también requirió asistencia médica por un golpe en el pecho. Todos los lesionados precisaron ser trasladados al HUCA.