Un Policía Nacional de paisano destinado en Madrid, que estaba pasando unos días de descanso en Oviedo, detuvo ayer a un hombre que acababa de atracar a punta de pistola una peluquería de la calle Manuel del Fresno, en Vallobín, hacia las 14 horas.

El ladrón, con numerosos antecedentes penales por delitos similares, se había llevado el dinero que había en la caja del establecimiento en ese momento tras amenazar a los trabajadores con un arma que resultó ser falsa.

El agente estaba tomando un café en un bar del entorno cuando vio a una mujer llorando porque había sufrido un atraco. Llamó de inmediato a la comisaría ovetense, pidió una patrulla y empezó a buscar al atracador por su cuenta. Le localizó en un supermercado de la calle Padre Aller, le inmovilizó, le quitó la pistola y esperó a que llegaran sus compañeros.

La Policía Nacional le metió en el coche de servicio con dificultad ante los golpes y patadas que daba sin parar. De hecho, reventó las puertas del vehículo, hasta que lograron reducirle.

Los empleados de la peluquería rehusaron hacer declaraciones de lo sucedido, aunque fueron por la tarde a la comisaría de la Policía Nacional a interponer una denuncia.