Las oposiciones de médicos, que comenzarán el próximo 17 de diciembre y se desarrollarán a lo largo de 2017, contarán con un sistema de videovigilancia y con la intervención de un notario con el objetivo de reducir al mínimo el riesgo de irregularidades. Así lo anunció ayer el gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), José Ramón Riera, quien agregó que los supuestos prácticos en las especialidades de anestesia y radiodiagnóstico, aunque no se ajustarán a la última norma aprobada por el Parlamento regional porque los concursos habían sido convocados antes de su entrada en vigor, sí consistirán en la respuesta a preguntas muy concretas en las que "apenas se dejará margen para la subjetividad" de los miembros de los respectivos tribunales.

Con esta medida, la Administración sanitaria pretende limitar el peligro de que en los procesos selectivos de facultativos se produzcan irregularidades como las registradas en el año 2011. Entonces, algunos concursos-oposición generaron litigiosidad. El de medicina interna llegó al Tribunal Supremo, cuya sentencia aún no ha sido ejecutada. La actuación del notario se centrará en velar por la custodia del banco de preguntas que elaboren los componentes de los tribunales y por la asepsia en la selección de las que finalmente sean incluidas en los cuestionarios que se planteen a los opositores.

Para el próximo 17 de diciembre, sábado, a las once de la mañana, están convocados en el campus del Cristo 1.330 facultativos (al menos, ésa es la cifra de inscritos) que competirán por 160 plazas fijas de cuatro especialidades en la sanidad pública asturiana. Del total de apuntados, 545 provienen de fuera de Asturias.

Esta primera tanda de convocatorias afecta a cuatro especialidades: medicina de familia, con 96 plazas en juego; anestesiología, con 28; rayos, con 19; y pediatría de atención primaria, con 17. La Administración ha hecho llegar a los presidentes de los diversos tribunales un protocolo de actuación que incide en la necesidad de extremar las cautelas y evitar anomalías.

En las cuatro especialidades citadas, el primer ejercicio del procedimiento selectivo consistirá en la contestación por escrito, en un tiempo máximo de 120 minutos, a un cuestionario de cien preguntas tipo test con cuatro respuestas alternativas, de las cuales sólo una es correcta. Para las especialidades de medicina de familia y pediatría de atención primaria, ésta será la única prueba. De ella se pasará directamente a la fase de concurso (valoración de los méritos).

En cambio, en las especialidades hospitalarias -radiodiagnóstico y anestesiología-, quienes superen este primer ejercicio realizarán, en fecha aún por determinar, el segundo, que constará de dos supuestos prácticos que serán leídos ante el tribunal en sesión pública. Es en esta segunda fase en la que se centran los recelos de los opositores. En el caso de las restantes especialidades hospitalarias, cuyos concursos-oposición aún no han sido convocados, las bases cambiarán: se atendrán al contenido de una ley aprobada en la Junta General del Principado el pasado día 5, apoyada por todos los grupos parlamentarios, salvo el PSOE. Esta nueva regulación establece que "el tipo de ejercicios planteado deberá garantizar el anonimato de las respuestas de cada aspirante, de modo que el tribunal no pueda conocer a quién pertenecen los formularios de respuesta hasta que se establezca la puntuación definitiva en el concurso-oposición de todas las personas aspirantes". Asimismo, agrega, "no se realizarán, en ningún caso, ejercicios leídos o desarrollados en presencia del tribunal ni en sesión pública".

Algunos grupos de opositores de la tanda convocada para el 17 de diciembre habían calificado de "irrenunciable que los aspirantes de todas las especialidades opositemos en idénticas condiciones". O sea, reclamaban que se anularan las convocatorias de rayos y anestesia y se publicaran de nuevo con arreglo a la nueva norma. A esta misma petición se sumaron Comisiones Obreras y el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA).

El Sespa no ha hecho caso. Ha decidido seguir adelante con las dos convocatorias hospitalarias que ya habían sido convocadas, pero ha acordado con los tribunales que la estructura de los supuestos prácticos se asemeje en gran medida al mecanismo que establece la nueva ley, respetando la letra de la antigua. En consecuencia, las preguntas sobre los casos no estarán pensadas para respuestas abiertas y de largo desarrollo, sino muy concretas. Eso sí, en el segundo ejercicio no podrá salvaguardarse el anonimato de los opositores, pues deberán defender sus respuestas ante el tribunal calificador.