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Ovetenses de apellido

Los dos patronímicos más carbayones son Pevida y Secades; a su lado conviven otros muy frecuentes, como Ania, Truébano, Nicieza, Casero y Zuazua

Casa Masaveu en Cimadevilla.

El extraordinario progreso en las comunicaciones experimentado en los últimos 130 años alteró el mapa de muchos apellidos asentados en los municipios de nuestra región. De disponer de un censo de principios del pasado siglo tendríamos sin duda la verdadera tradición de nuestros apellidos en una sociedad claramente endogámica en la que los matrimonios eran muy localistas. Por poner un ejemplo citaré el de la parroquia de El Pino, lugar de mi nacimiento, que integra los pueblos de La Pola, El Pino y Felechosa. Los matrimonios entre los vecinos de Felechosa eran abrumadores, un 95%, muy escasos entre los de Felechosa y El Pino distantes un kilometro y casi testimoniales con los de la Pola apenas dos kilómetros alejados.

Muchos apellidos se han ido perdiendo en el transcurso del tiempo, los de la madre por sistema, y los del padre siempre continuador de los mismos desaparecen por matrimonios sin hijos, o hijos sin descendencia. Un ejemplo elocuente es mi propio apellido Cortés (la "s" la añadió un párroco en la segunda década del siglo XX), con 45 descendientes, 21 fallecidos en la pubertad debido a las devastadora tasa de mortalidad de la época, pero del resto, otros 24, sólo quedó un miembro con posibilidad de perpetuar el apellido ya que la mayoría de los descendientes era mujeres y los pocos hombres apenas tuvieron hijos. En Asturias el ranking de presencia de apellidos tradicionales según un estudio de hace unos años lo encabezaba Hevia, seguido de Cueto y Valdés. Al analizar los apellidos asturianos más frecuentes en Oviedo obviamos por supuesto los de carácter nacional, como Fernández, el más repetido en la capital, García, González, Rodríguez, Martínez, Pérez, o los propios regionales como Palacios, Cueva, Morán Granda, Huerta, Vega y Cuesta.

A falta de realizar un trabajo exhaustivo o específico sobre la implantación de apellidos singulares en el concejo de Oviedo, tomando como base simplemente la curiosidad acumulada en 50 años de trabajo en organismos provinciales, así como la reiterada lectura de la prensa asturiana o la lectura, incluso, del Registro Civil en la prensa de antaño, podemos esbozar la nómina de los apellidos más frecuentes sin entrar en sus raíces y procedencias, estudiada en su día por Tirso de Avilés y Sarandeses.

Según nuestro criterio los dos apellidos más "ovetenses" son Pevida y Secades, y sin ser exclusivos del concejo ovetense pero si más frecuentes que en otros municipios anotamos los Ania, Truébano, Nomparte, Cabal, Calzón, Rayón, Zuazua, Ojanguren, Casaprima, Nicieza, Casero, Escotet, Escobedo o Llames. Algunos de ellos tienen su implantación en determinadas zonas del municipio como Corzo, Cima o Villanueva en los límites con Siero en la zona de Limanes-Colloto, o Palicio y Naves en Tudela de Veguín.

Muchos de los apellidos relativos a familias relevantes de otro tiempo han ido desapareciendo como Masaveu, Montousse, Manterola, Patternotre o Miaja aunque algunos permanecen cosidos a otros para evitar su extinción.

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