La gerente de los Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA), Graciela Blanco, aseguró ayer a los vecinos de San Lázaro que el edificio conocido popularmente como la Malatería, en el corazón del barrio, está libre de actos vandálicos ahora que está en proceso de reparación y que además el Principado estudia su futuro uso, aunque no especificó a qué será destinado. Y es que los ERA, un organismo dependiente de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales, y la Dirección General de Patrimonio, han emprendido las obras de la Malatería que habían comprometido hace unos meses, cuando los vecinos del entorno denunciaron el abandono y la insalubridad del edificio, ocupado por vagabundos.

Blanco mantuvo ayer una reunión con la portavoz de la Asociación de Vecinos de San Lázaro, Teresa Martín, para explicar el avance de los trabajos de reparación y en qué consisten exactamente. Así, las ventanas del edificio han sido cegadas, han limpiado de matorrales y basura la entrada al inmueble, instalarán una valla de protección y cambiarán la puerta. "Vamos a reunirnos cada tres meses con la gerente de los ERA para informarnos de los que va pasando", comentó la portavoz vecinal tras la entrevista, especialmente interesada en la reparación del tejado de la casa, "que tenía grandes goteras".

El porche de la Malatería había sido ocupado por vagabundos, perros y palomas que incluso llegaron a entrar en el recinto, ante las quejas de los vecinos del entorno sobre suciedad y malos olores. El Ayuntamiento instó en junio al Principado a mantener el edificio en buen estado y defendió que debía rehabilitarse para su uso público. En 2008 ante, la posibilidad del cierre de la residencia de ancianos del Principado instalada en ella, ASCIZ (Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda) llevó una propuesta al pleno del Ayuntamiento para que la Malatería se incluyera en el inventario de Patrimonio. El PP se sumó a la exigencia y la edil Belén Fernández Acevedo denunció que el PSOE "lleva incumpliendo el compromiso" adquirido en 2010, criticando también a IU, formación a la que acusó de "sumarse conscientemente al abandono a la ciudad".