"En una buhardilla de la calle Argüelles -estrecha, tenebrosa, revuelta- tiene instalado su campo de batalla un clan juvenil de artistas ovetenses. Allí se reúnen charlan, pintan, esperan y se desesperan mientras se esfuerzan por encontrar su camino. Uno de ellos, uno de los miembros más representativos de este equipo, inquieto y en algunas cosas revolucionario, es Carlos Sierra que mañana inaugurará la sala de Exposiciones del Ateneo. Es un pintor solitario y tal vez incomprendido: en este sentido, su exposición de mañana será una prueba definitiva".