La noticia adelantada ayer por LA NUEVA ESPAÑA sobre las dudas jurídicas que se han planteado en el Ayuntamiento acerca de la Orquesta Oviedo Filarmonía y la Banda municipal, dos entidades pertenecientes al ente privado Fundación Musical Ciudad de Oviedo y cuyo funcionamiento paga la administración local con una subvención de 3,4 millones de euros, ha generado "inquietud" y "expectación" entre el centenar de músicos que suman las dos formaciones.

Trabajadores de la banda y de la orquesta consultados por este periódico declararon que la noticia ha causado cierto revuelo pero que el sentir general es que el Ayuntamiento dará con una fórmula que haga posible su continuidad.

Los problemas que tiene la fundación y las dos formaciones que ampara se refieren, principalmente, a dos normativas nacionales. La primera, la ley 40/2015 de Régimen Jurídico del sector público, redactada desde hace un año y que entró en vigor en octubre, es la que da a entender que una fundación como ésta debería ser considerada sector público. La segunda, la Ley de Bases de Régimen Local, y más en concreto su disposición adicional novena de 2013, obligaría a fundaciones como la que soporta a la orquesta y la banda integrarse en la estructura municipal o bien disolverse.

Aunque desde la Fundación Musical Ciudad de Oviedo no hubo ayer ninguna declaración sobre su situación, el concejal de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, anunció que había mantenido una reunión con técnicos municipales para buscar una solución al problema. "Yo soy optimista, creo que hay solución", mantuvo. También adelantó que convocará de urgencia a una junta de la Fundación Municipal de Cultura para explicar el problema y precisar las soluciones que se hayan encontrado.

"La idea del concejal y del alcalde", declaró, "es salvaguardar la orquesta y la banda, ya que además este año ya lo tenemos previsto en los presupuestos". Sánchez Ramos insistió en que el problema con el que ahora se ha encontrado es "de toda la corporación" y confió en afrontar las soluciones con el apoyo de todos los grupos.

Aunque una de las leyes que cuestiona la legalidad del sistema con el que Oviedo mantenía hasta la fecha su orquesta y su banda entró en vigor en octubre, la otra, que también impedía mantener la estructura de fundación privada, empezó a aplicarse en 2013, motivo por el que Sánchez Ramos habló ayer de "una situación sobrevenida" y mostró su extrañeza por que "este problema no haya sido solucionado en su día"

"No sé si en su día no se quiso afrontar o nadie se dio cuenta", razonó el concejal, "pero nosotros estamos encontrando un camino lleno de trampas, de 'guindones', aunque consideramos que es mucho mejor afrontar el problema ahora que seguir alargando una situación absolutamente irregular. Para eso hace falta voluntad política para salvaguardar la orquesta y la banda, que me consta que existe, y que nuestros técnicos nos busquen una solución jurídica".

En la oposición, mientras Ciudadanos mostraba su extrañeza por las alturas a las que se había detectado la irregularidad y solicitaba una reunión urgente de la junta de la Fundación Municipal de Cultura, desde el PP, la concejala María Ablanedo atacaba a Sánchez Ramos por "la alarma creada sobre el peligro que corren la Oviedo Filarmonía y la Banda Municipal de Música".

Ablanedo, que fue patrona de la fundación que engloba a la orquesta y a la banda, manifestó que el concejal "carece de la mínima responsabilidad y sensibilidad política" por alarmar "sobre el peligro que corren los puestos de trabajo de un centenar de personas". Según el razonamiento de Ablanedo la ley 40/2015 se publicó hace un año, siendo ya Sánchez Ramos concejal, y afea que no se haya hablado nunca en el seno de la Fundación de Cultura de este problema.

"¿Existe la seguridad y los informes legales sobre cómo afecta la ley a esta fundación en concreto?", se pregunta la concejala del PP. Su respuesta es otra pregunta, la de por qué no se trató nunca este asunto, y concluye que "no se puede jugar de esta manera con tantos puestos de trabajo y con una decisión que afectaría drásticamente a la temporada del Auditorio, Ópera y de Zarzuela, entre otras muchas". También afea a Sánchez Ramos que "venga de salvador de algo que si estaba en peligro solo él es el responsable por no haber atendido a ello en un año que lleva publicada la ley".