El sida tocó techo en Asturias en 1995, año en el que se registraron 152 casos nuevos. A partir de ese momento, empezaron a implantarse los tratamientos antirretrovirales, y las cifras comenzaron a evolucionar a la baja hasta un extremo que quizá entonces resultaba impensable. El año pasado se notificaron en la región sólo 7 casos de la enfermedad, lo que supone una tasa anual de 0,7 por 100.000 habitantes. En el conjunto de España, fueron diagnosticados 497 nuevos enfermos, con una tasa de 1,5 casos por 100.000 habitantes. En Asturias, la tasa de incidencia anual llegó a ser de 13,9 casos en el mencionado 1995.

La Dirección General de Salud Pública del Principado difundió ayer su informe anual sobre la situación del VIH y el sida con motivo de la celebración, hoy, del Día Mundial del Sida. Las autoridades sanitarias subrayaron que más de la mitad de las nuevas infecciones por VIH registradas en Asturias durante 2015, concretamente el 51 por ciento, se detectaron tarde, "lo que conlleva un mayor deterioro del sistema inmunitario del afectado y un peor pronóstico, al tiempo que se incrementa el riesgo de transmitir el virus a otras personas".

Los 66 nuevos diagnósticos de VIH notificados el año pasado suponen una cifra ligeramente inferior a la de 2014, cuando se computaron 72. El descenso se sitúa en el 8,3 por ciento, "si bien se estima que entre el 25 y el 30 por ciento de las personas que viven con VIH desconocen que son portadores del virus", advirtió Salud Pública.

El gasto en antirretrovirales en 2015 ascendió en el Principado a 14.848.511 euros. Recibieron tratamiento un total de 2.354 pacientes, lo que supone un gasto medio de 6.307 euros por persona.