El heredero de una casa de 600.000 euros paga en Asturias 100.119 euros por asumirla y quienes reciben legados por más de 150.000 euros abonan, salvo renuncia, más de 18.453 euros. La polémica que levanta el impuesto de sucesiones en Asturias llegó ayer al Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA con una mesa redonda en la que el economista Diego Barceló denunció el "sadismo fiscal" que aplica el Gobierno regional en las herencias, a la vez que abogó por una supresión por fases el impuesto. Barceló aclaró, en un acto organizado en colaboración con la Plataforma de Afectados por el impuesto y el Club de los Viernes, que el tributo que grava las herencias "no es un problema de cuatro ricachones, y a quienes más perjudica es a los parados y a quienes están en peor situación económica, aunque nunca lo tengan que pagar". Tanto Barceló como Álvaro López de Castro, portavoz de la Plataforma, coincidieron en denunciar la ralentización económica y empresarial que vive la región, a consecuencia de una política fiscal "que echa a la gente fuera y nos hace ir a morir a Madrid, como los elefantes", según López de Castro.

La plataforma lleva recogidas 100.000 firmas para forzar al Gobierno regional a abordar un cambio en el impuesto, que Andalucía, que hasta ahora es con Asturias la comunidad con tipos impositivos más altos, elevará en el mes de enero a un mínimo de 400.000 euros exentos, frente a los 150.000 de Asturias, gracias al pacto entre el PSOE y Ciudadanos.

Los expertos consideran que la sangría fiscal incide de forma directa en la baja natalidad y la despoblación que registra Asturias. "El sajón ahorra en Bolsa, pero nosotros lo hacemos con el piso, que dejamos a nuestros hijos", indicó López de Castro.

La presión fiscal sobre las herencias enlaza con el menor dinamismo empresarial de Asturias, región con menos compañías en relación a su población. "Para colocarnos a la par necesitaríamos 1.000 empresas más, que aportarían 15.000 empleos", explicó. Barceló. Los afectados consideran que "los socialistas han convertido el Paraíso Natural en un infierno fiscal del que la gente se exilia fiscalmente a Madrid". "El rico de verdad no paga, al que crujen es al ciudadano medio", añadió López de Castro. Javier Jové, que presentó el acto, denunció la discriminación que padece Asturias frente a otras comunidades. "Los políticos tienen que notar la presión social".