Marta Cobas, una esteticista que tiene su negocio en la calle Comandante Vallespín, ya está harta de los propietarios de perros que no recogen sus excrementos y ayer encontró una forma de lo más original para exigirles "un poco de civismo". Cobas, que "cada día" se encuentra con las "cacas" frente a su lugar de trabajo, decidió rodear una de ellas con carteles que tenían un mensaje dirigido a los dueños de animales que no cumplen "con las mínimas normas" de convivencia: "Cuidado, cerdos sueltos", advertían los letreros.

"No es nada agradable caminar por la calle y tener que ir esquivando los excrementos y tampoco que un cliente entre en nuestros negocios y tenga que encontrarse con esto", asegura Marta Cobas. tanto la esteticista como el resto de vecinos de la zona aseguran que el problema "es muy grave" y que el Ayuntamiento tiene que tomar las medidas necesarias para erradicarlo. "Si metieran más multas seguro que cambiaba la cosa", afirma el propietario de otro negocio en la calle Comandante Vallespín, que prefiere no dar su nombre. Pero el problema no es exclusivo de la zona. Desde otros barrios de Oviedo ya se han quejado de la presencia de excrementos en sus calles. Algunos negocios de la Argañosa ya han protestado colgando carteles alusivos en sus locales.