El espinoso camino para adjudicar la gestión del albergue de animales de la Bolgachina, popularmente conocido como la perrera, se complicó ayer un poco más con la presentación de un recurso que solicita la anulación de todo el proceso al haber incluido la convocatoria unos planos "falsos", según la denuncia, que no se corresponden con la realidad del estado de las instalaciones municipales.
Después de que la mesa de contratación hubiera retirado esta semana la adjudicación inicial a la oferta mejor valorada en el concurso, una trabajadora autónoma vinculada a la escuela de adiestramiento Canmar, para entregar la gestión a la segunda propuesta, de la clínica veterinaria Quirós, los primeros presentaron ayer este recurso en el registro municipal en el que denuncian "graves irregularidades" en el concurso.
La propuesta procedente de Canmar, que además se había enfrentado a las críticas de grupos de defensa de los animales, se cayó del proceso en la mesa de contratación al no lograr acreditar ni la solvencia técnica ni la solvencia económica, según detalló ayer la concejala responsable del servicio, Mercedes González. La concejala también precisó que a propuesta de la empresa ahora caída del concurso y que ha denunciado el proceso, se le permitió visitar las instalaciones y nunca planteó ninguna pega hasta el momento en que se le apartó del proceso por una cuestión "puramente técnica", ya que no podía acreditar ni la solvencia técnica ni la económica.
Desde fuentes de Canmar, el relato es completamente distinto. Según su versión, hace ya un mes presentaron un escrito denunciando que los planos del concurso no se correspondían con la realidad de la perrera, y alertando del deterioro de las instalaciones, sin que nadie les respondiera.
En el recurso presentado ayer solicitan la anulación del contrato al "no ajustarse a la realidad" los planos incorporados a los pliegos. Todas las reformas que constan en dichos documentos, señala el recurso, que tenían que haber sido ejecutadas en 2010, "no han sido acometidas, por lo que los planos se pueden considerar falsos". En concreto, edificios recién deformados presentan un estado de ruina en la actualidad y con cubiertas, en algunos casos, de fibrocemento cancerígeno.
Según ha podido comprobar este periódico, en 2010 el Ayuntamiento adjudicó obras de reforma de la perrera a una constructora por 236.603 euros más IVA y las recepcionó sin ninguna objeción, a pesar de graves deficiencias en su ejecución, de las que los técnicos municipales fueron alertados en su día.
Por otra parte, el recurso presentado denuncia también que todo el personal contratado actualmente carece del certificado de capacitación obligatorio y exigido por la ley.
