"La puesta en marcha de la primera fase de peatonalizacián del casco antiguo resultó caótica y descoordinada. Los agentes de la Policía Local encargados de vigilar su correcto funcionamiento no recibieron ninguna instrucción específica sobre los cambios adoptados en la circulación por el casco monumental. Las señales de tráfico -algunas presentan irregularidades- todavía se estaban colocando al mediodía, creando gran confusión entre los conductores que accedieron y aparcaron cerca de la plaza Porlier".