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La Casa Sacerdotal, objetivo de vandalismo en la calle San José

Los residentes soportan amenazas e insultos y la rotura de las lunas de sus coches, aparcados en el edificio diocesano

Vista de la calle San José, con la Casa Sacerdotal a la izquierda. MIKI LÓPEZ

La calle San José sufre una oleada de actos vandálicos que afectan especialmente a la Casa Sacerdotal. El área de Seguridad Ciudadana estudia reforzar la vigilancia policial en la vía, en pleno casco antiguo, ante las quejas continuadas de los vecinos y de los inquilinos de la residencia diocesana en la que viven medio centenar de sacerdotes que han llegado a calificar la situación de "insoportable". Peleas, cristales en el suelo, orines en portal y escaleras, música de madrugada y ruidos son el pan nuestro de cada día del vecindario. La dirección de la Casa Sacerdotal se ha puesto en contacto varias veces con la Policía Local, aunque siempre de manera verbal y sin formular denuncia, a la espera de que el Ayuntamiento ataje la situación. Sin embargo, en las últimas semanas los problemas se han agravado los fines de semana. Alguien lanza a altas horas de la noche cascos de bebida por encima del muro, justo en el aparcamiento privado de los sacerdotes, y rompe las lunas de los coches viernes sí y sábado también. A la vez, otros tiran las botellas al aire lo más alto posible y rompen las ventanas del edificio. De hecho, los últimos cristales rotos han sido los de la cuarta planta. Pero la lista de quebraderos de cabeza no acaba ahí. Los sacerdotes evitan cruzar la calle a determinadas horas por temor a ser insultados y amenazados. "Imagínese lo peor y acertará", comentan desde la Casa Sacerdotal.

Las próximas intervenciones del gobierno local en la calle San José van más allá de la vigilancia policial al extenderse a la conservación y limpieza de esa y otras vías de la zona, como Ildefonso Martínez, completamente cubierta de pintadas. El Ayuntamiento está pendiente de la aprobación de una consignación presupuestaria para llevar a cabo estos proyectos, muy demandados por los vecinos y hosteleros.

La calle San José se ha convertido en uno de los focos de atención de la Policía Local por su peligrosidad junto a, por ejemplo, el entorno de la Casona de Regla, donde los agentes han aumentado su presencia. Y es que el Ayuntamiento ha recibido quejas vecinales sobre la presencia de personas drogodependientes que acuden al lugar a inyectarse y beber, y de grupos de jóvenes que organizan botellones. En concreto, el consumo de droga se produce en un patio de vecinos cercano a la casona de Regla y al que se accede desde la calle Postigo. Una de las últimas intervenciones del área de Seguridad Ciudadana allí fue el 15 de octubre, cuando los bomberos apagaron el fuego de un colchón de personas sin hogar tirado en el suelo.

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