Decenas de personas dieron ayer un cálido adiós al sacerdote y docente jesuita Rafael Barrado Pérez (en el recuadro) durante su funeral en la iglesia del Sagrado Corazón de las Salesas (en la imagen). Familiares, amigos y compañeros de la Compañía de Jesús le definieron como "un hombre bueno" y "extremadamente culto" que se jubiló hace más de una década tras finalizar su carrera educativa como profesor de Religión en el colegio san Ignacio de Oviedo. Barrado, de 82 años, ejercía en la actualidad labores de pastoral en la iglesia de las Salesas.