El plan para resolver la parcela del Vasco a la entrada de la ciudad, un ambicioso proyecto bautizado como "Gran Bulevar" por el conglomerado empresarial que trabaja para convertir la zona en un complejo lúdico, deportivo, social, turístico y comercial, con una plaza pública de 12.000 metros cuadrados, es una "necesidad" para Oviedo. Así lo afirma el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, a la hora de valorar el anteproyecto a la luz del desarrollo urbano de la ciudad.

Según Fernández del Páramo, lo "fundamental" para Oviedo en este momento es trabajar hacia lo que él denomina "la ciudad compacta", es decir, contener el desarrollo de vivienda dentro de lo que ya está planeado y evitar las parcelas que el fracaso de los proyectos inmobiliarios va dejando vacías. "Es fundamental que las obras se vayan terminando y que la ciudad no se vaya convirtiendo en un queso de gruyer, hay que priorizar estas áreas antes que otras de zonas ajenas".

Por eso Del Páramo juzga "interesante el hecho de que alguien se meta a resolver esta pieza del Vasco, porque lo necesitamos como ciudad".

Se trata, según explica el concejal de Urbanismo de "ir resolviendo los agujeros" generados en "unas cuantas parcelas de la ciudad" en las que han fracasado distintos proyectos.

Cita Del Páramo los casos de La Vega y del Cristo, donde no se trata tanto de un fracaso como de operaciones especiales para redefinir los usos al haber quedado abandonados los edificios, pero también, añade, "unos cuantos lugares o entornos en ámbitos centrales que hay que resolver".

Esa, dice el responsable de Urbanismo, es ahora la urgencia. "Es mejor", explica, "priorizar las viviendas en esas áreas centrales para generar una ciudad compacta, sostenible, en cercanía, que no expandirnos en el territorio con las viviendas e ir destruyendo más suelo".

Respecto al proyecto concreto del Gran Bulevar en el Vasco, Fernández del Páramo hace dos lecturas, ambas muy cautelosas. La primera, como miembro del equipo de Gobierno, pasa por recordar que se trata de "una iniciativa privada" y que el Ayuntamiento "se mantiene al margen". "Teniendo en cuenta la dificultad del proceso en sí mismo, mientras cumpla con la legislación y con el plan especial, nos parece bien", remata. Pero también, admite, el tripartito "se alegra" de que una pieza importante de la ciudad se resuelva. Y en ese sentido, el gobierno local tratará de ayudar para que "las cosas salgan bien".

Su segunda valoración, como arquitecto, pasa por entender la "dificultad y el desafío" de acometer un proyecto sobre algo "que ya está muy avanzado". "Los técnicos que realizan el proyecto están muy atados porque hay mucho ya realizado, también en la parte inferior", razona, "así que tendrán que hacer una ejercicio de rehabilitación interesante".

A la dificultad de trabajar sobre lo que ya está construido, que también puede ser una ventaja, plantea Fernández del Páramo, pues también te limita y te obliga, se suma también la cuestión de los tiempos y los plazos. Las empresas que están detrás del proyecto del Gran Bulevar se plantean ya un horizonte de seis meses para empezar las obras. El concejal de Urbanismo no se atreve a entrar en esta hipótesis. "Se trata todavía de un anteproyecto, tienen que realizar el proyecto, no sabemos cuándo lo entregarán y después, más en un plan de estas características, es imposible saber si de repente puede haber un documento o un papel que se resista".

El problema, en este caso, es de volumen. Ignacio Fernández del Páramo sabe bien la cantidad de documentación que el área de Urbanismo recibe para proyectos sencillos y calcula que el del Gran Bulevar puede llevar mucho trabajo y muchas personas trabajando en él.