El mismo día que la página web del Ayuntamiento recordaba que el 20 de diciembre todos los vecinos de Olivares están llamados a presentar propuestas monográficas para bautizar las calles, ahora innominadas, de su entorno, el alcalde de Oviedo, Wenceslao López, contestaba en una entrevista en la radio a la pregunta del millón: ¿Por qué el Ayuntamiento no consultó a los vecinos los nombres de las 21 calles afectadas por la ley de la Memoria Histórica sobre varias opciones?
La respuesta fue larga, pero, en resumen, vino a decir que no se consultó por miedo a que la consulta saliera mal, o, en concreto, a que "algún partido político" manipulara el proceso. Bueno, dijo más cosas. Transcribimos la respuesta literal de lo que contó el Alcalde el miércoles en Onda Cero para que no haya dudas: "Porque entendemos", dijo, "que en este momento lo fundamental era cambiar urgentemente los nombres que había, que eran totalmente improcedentes. Si abrimos un proceso? No cabía, y siento decirlo así, no cabía discusión si sí o si no ese nombre. Ha sido aplicar la ley. Y con la ley en la mano procede quitar esos nombres. Otra cuestión es, si entramos en eso, que entonces seguramente en algunas calles se promovería algún movimiento por algún partido político para que ese nombre quedase, con lo cual no. No estaba en discusión el aplicar sí o no la ley. Eso no podía discutirse ya. Por lo tanto la ley se va a aplicar y punto".
Luego el Alcalde justificaba el por qué de los nuevos nombres: ser generosos, no sectarios, incluir por primera vez mayoría de mujeres, que tuviesen vinculación con Oviedo o con Asturias, gente relacionada con al cultura, que hubieran luchado por la libertad...
Los requisitos para decidir los nuevos nombres fueron decisión suya, "premisas unilaterales", cuenta ahora, la concejala de Izquierda Unida Cristina Pontón, que hizo llegar a sus socios en el gobierno a mediados de verano.
Pontón admite que su formación "no hubiera tenido ningún tipo de inconveniente en que se hiciera un referéndum, pero no se llegó nunca a plantear". En todo caso, ellos plantearon otro tipo de nombres que las premisas del Alcalde impidieron poner en el callejero, como los de La Pasionaria o Aida Lafuente. Izquierda Unida considera que estas propuestas se ajustaban más a la ley de Memoria Histórica por lo que el texto dice de reposición y reparación a las víctimas del franquismo.
Con las reglas de juego del Alcalde encima de la mesa, Pontón admite que "llegó un momento en que nosotros nos dimos por contentos con que se eliminaran los vestigios franquistas". Y, de paso, lograron que el Alcalde les comprase algunas propuestas, como las de Maestras de la República, las Trece Rosas o Federico García Lorca.
Pontón comparte con Wenceslao López las críticas a la postura del líder del PP local, Agustín Iglesias Caunedo. El Alcalde dijo que "es un poco triste que plantee un referéndum cuando él miró para otro lado y lo que le había tocado habría sido aplicar la ley" y Pontón suscribe que no entiende por qué el PP no hizo referéndum ni tocó ninguna de las once calles que les quedaban de la anterior comisión de Memoria Histórica.
En Oviedo el tripartito sí hizo un proceso participativo para buscarle un nuevo nombre a la entrada de la "Y" en la ciudad y ahora para las calles innominadas de Olivares. Este último proceso contempla ahora una fase de propuestas monográficas en la que sólo pueden participar los vecinos de Olivares, cotejándose los datos con el padrón, y que luego serán votados por todos los ovetenses mayores de 16 años, con la posibilidad de que los menores de esa edad también puedan votar si así lo solicitan con permiso de sus tutores. Pero lo que Pontón destaca es que esas iniciativas partieron de Participación. "Y quizá la propuesta para hacer un referéndum con las de la Memoria Histórica tendría que haber partido de ahí".
Al frente de Participación Ciudadana, Ana Taboada también se refirió recientemente a la cuestión del referéndum, pero no tanto a qué nombres nuevos se ponían sino, con un argumentario similar al del Alcalde, a por qué se quitaban los que se quitaban. "Cumplir con la Ley de Memoria Histórica no es una cuestión que haya que debatirse", zanjó sin más explicaciones.
El debate sobre el callejero parece que todavía no acaba aquí. Hoy mismo, el presidente del PP local, Agustín Iglesias Caunedo, se reúne con los vecinos de la plaza de la Gesta, ahora plaza del Fresno. Algunos de esos residentes hicieron una campaña de recogida de firmas para pedir que se mantuviera el nombre. Wenceslao López también habló de ellos. "Es cierto que presentaron firmas", contó "pero las hay de ciudadanos que no son de Oviedo, de Estados Unidos, la China, o el Japón, que es lo que pasa con estas iniciativas de "change" [en referencia a la web change.org]"; como entenderán, es algo muy poco serio".
