La llegada del Ejército romano a la tierra de los astures trajo numerosas consecuencias para los indígenas, sobre todo económicas, con la introducción de la moneda, hasta ese momento desconocida por las comunidades que poblaban el territorio asturiano. Así lo relató ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Narciso Santos Yanguas, autor del libro "Los astures y el Ejército, militares y civiles en la época romana". Santos Yanguas, catedrático de Historia Antigua Universal y de España de la Universidad de Oviedo, explicó ante un público que abarrotó el Club Prensa Asturiana, que las consecuencias de la presencia romana para los indígenas fueron de diversa índole y afectaron también a sectores como la agricultura. Romanos y astures convivieron a principios de nuestra era en una amalgama que propició también la transformación de las fuerzas militares, reconvertidas en un Ejército para la paz.

La presentación del acto corrió a cargo del coronel Vicente Bravo Corchete, delegado de Defensa en Asturias, quien destacó la importancia del Ejército como institución en aquella sociedad y la excelente mano de obra especializada para la minería del oro que resultaron ser los legionarios. Santos Yanguas puso de relieve que en el proceso de romanización que se operó en el Norte peninsular el Ejército romano desempeñó un papel significativo al tratarse de las poblaciones más atrasadas en estructuras económicas y sociales. La presencia tuvo lugar primero a través de levas forzosas que en una etapa posterior fueron de carácter voluntario.