Aunque acoge misa todas las semanas, el espacio aún no había terminado de sacudirse la apariencia que le daba su uso anterior. Daba la sensación de que los alumnos y docentes de la Facultad Padre Ossó, donde se imparte Formación del Profesorado y Educación (antes Magisterio), celebraban la eucaristía en un aula corriente. Así que José Ramón Castañón, "Pochi", se puso manos a la obra. Y pintó sobre el pladur una escena de la Última Cena que ocupa toda la pared situada detrás del altar. Una obra para "dignificar el espacio" en la que los doce apóstoles comparten mesa con Jesús. "Quisimos crear un espacio diferente y colorista para que cuando entre la gente sepa que está en una capilla", explicó ayer el artista, profesor del centro universitario y párroco de Nuestra Señora de Covadonga (Oviedo).

Instantes antes de que el Arzobispo, Jesús Sanz Montes, bendijese la pintura, detalló que se había basado en la iconografía bizantina rusa para crear las figuras de los apóstoles. Y que había combinado este estilo con "pinceladas rápidas de colores vivos" a juego con la actividad que la juventud de los estudiantes llevan a la Facultad. Además, mediante el uso de pequeños símbolos, solo visibles al acercarse, identificó a cada uno de los apóstoles. "¿El que tiene las llaves quién será? San Pedro", dijo como ejemplo. Hay uno de los personajes, no obstante, que se distingue desde la misma puerta de la capilla. Porque todos tienen una aureola dorada que representa "gloria, grandeza y santidad". Menos Judas que aparece, además, con "actitud de huida".

Aunque en un primer momento se valoró realizar sobre la pared una representación de la Santina de Covadonga, esa idea no logró imponerse a una representación de la última reunión de Jesús con sus discípulos más cercanos. Una obra que hace a todos los asistentes parte del encuentro. "Parece que estás sentado a la mesa con ellos", explicó el pintor, "totalmente autodidacta", que ya ha realizado trabajos artísticos en otros lugares de culto en los que ha prestado servicio.

"Un motivo bien escogido", destacó, por su parte, Sanz Montes tras describir el mural como "precioso". Así, hizo hincapié en que la última cena sirvió a Jesús para "hacer una síntesis de todas las enseñanzas que venía impartiendo". Una pintura ideal para la capilla de "un centro donde se explican tantas materias". También José Antonio Prieto, decano de la Facultad Padre Ossó, quiso relacionar el motivo de la pintura con el espacio y quienes lo habitan. "Es una época de gran confusión social para los jóvenes y es necesario rescatar símbolos de fe y espacios de reflexión", expresó antes de agradecer a José Ramón Castañón su obra: "Es un símbolo de nuestra Facultad".

El Arzobispo, que pasará la Nochebuena sirviendo en la Cocina Económica, aprovechó también la ocasión y la cercanía de las fiestas para destacar que "la Navidad no solo ocurrió hace 2.000 años. Es una realidad cotidiana en la que estamos invitados a colaborar".

Pronunció estas palabras justo después de bendecir la pintura. Con cuidado. Para no dañar una obra que ha terminado de convertir una antigua aula en una capilla: "Me dijo José Ramón que no echara mucha agua ya que aunque esté bendita podrían empezar a llorar las figuras".