Las expectativas de la Consejería de Sanidad de que la sentencia del Tribunal Supremo no fuera ejecutada se fundamentaban en una sentencia emitida por el Alto Tribunal el pasado 14 de junio, referida a un proceso selectivo de 253 enfermeros en Extremadura. La decisión final del Supremo fue declarar la imposibilidad de aplicarla debido a que "los perjuicios que se causaría a terceros y Administración son notoriamente de mayor enjundia", por lo que "resulta desproporcionado ejecutar en sus propios términos la sentencia".
Los jueces de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Asturias no han aceptado este presunto paralelismo. El caso extremeño "no guarda la similitud que pretende dársele" con el enjuiciado en el Principado, concluyen en su sentencia.
De otro lado, la Consejería de Sanidad se ve ahora ante el interrogante de qué hacer con la convocatoria de la dirección del área de gestión de Medicina Interna del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Se han presentado dos candidatos. Uno es Victoriano Cárcaba, actual responsable del área, que ha sido denunciado ante el juez por la Fiscalía a causa de su actuación en el concurso-oposición de 2011. La otra candidata, Azucena Rodríguez Guardado, perderá la condición de personal fijo si la sentencia del Tribunal Supremo se ejecuta, y pasará a ser interina, con lo que no cumplirá el requisito de "tener la condición de personal estatutario con plaza en propiedad en el Sistema Nacional de Salud".
