"Estos días Correos trabaja cuatro veces más que de ordinario. Por lo menos, maneja una correspondencia superior en cantidad y formato a la de otras épocas del año. Habitualmente, por ejemplo, en el mes de julio se reciben en la Administración de Oviedo cuarenta mil cartas diarias y se expiden sesenta mil. Ahora esas cifras hay que multiplicarlas por cuatro. Total, cuatrocientas mil cartas cada día. Hasta después de año nuevo no remite esta inflación postal. Las cartas de Navidad son cartas con ilusión, con buenas noticias casi siempre. Hay anécdotas, como la de un señor que echó al buzón un sobre abierto con mil pesetas. Se equivocó. Pero se le devolvieron las mil pesetas rápidamente".