El pleno del Ayuntamiento de Oviedo volvió a debatir esta mañana sobre el servicio de Recaudación en una sesión extraordinaria solicitada por Ciudadanos y el PP para pedir que se prolongara la contrata a La Auxiliar de Recaudación un año más. La oposición, que nuevamente vio cómo los socios del equipo de Gobierno tumbaban su propuesta, insiste en que ésta sería la única forma de garantizar que el servicio de Recaudación funcione con normalidad durante 2017.

Al otro lado, IU, PSOE y Somos les acusaron de forzar un debate "descafeinado", ante un asunto ya zanjado con la aprobación, la semana pasada, del convenio con el Principado para que el ente de Servicios Tributarios se haga cargo de una parte de los tributos de la ciudad. La sesión dio, no obstante, para reeditar la bronca política vivida ya la semana pasada, con nuevas denuncias por parte de Somos relacionadas con la supuesta red de amistades del PP vinculada a las contratas municipales y con otro enfrentamiento protagonizado por las acusaciones de IU contra Ciudadanos relacionadas con el cobro de dietas en los plenos.

En la sustancia del debate, las posiciones fueron las mismas ya escuchadas otras veces. Ciudadanos, a través de Luis Zaragoza, se pregunta cómo se van a cobrar los tributos, qué personal se desplazará al salón de bodas donde está previsto que empiece a funcionar la nueva oficina el 3 de enero o si ya no vale el informe de tesorería del año pasado donde se decía que el Ayuntamiento carecía de medios y personal para prestar el servicio con eficacia. Sin tanto detalle, el PP pasó por los mismos asuntos, puso en duda el ahorro que supondrá el sistema mixto, que provocará, dijo "un desconcierto hitórico", afeó al tripartito que deje "a 42 familias en paro", y explicó que el debate no era privatizar o remunicipalizar sino "hacer bien o mal las cosas", en palabras del concejal Gerardo Antuña.

Los socios del equipo de Gobierno se repartieron los papeles para dar la réplica a las quejas de la oposición. El concejal Ricardo Fernández (PSOE) utilizó un tono presidencialista en el que insistió en cómo la anterior gestión del PP "malbarató" todos los servicios y dejó bajo mínimos la plantilla municipal. Iván Álvarez (IU) enfocó sus críticas al grupo de Ciudadanos, a los que llegó a acusar de buscar ingresos extra con iniciativas como esta. Un pleno, denunció, que por lo descafeinado “sólo serviría para engrosar más los bolsillos de los concejales si no fuera porque habéis llegado ya al límite de las dietas”. La bancada de Ciudadanos protestó, sumándose los populares con gritos de “ruin” por parte del líder de los populares, Agustín Iglesias Caunedo.

Más agitada fue la intervención de Rosón, que volvió a citar el nombre del dueño de La Auxiliar y su relación con el ex alcalde Gabino de Lorenzo, sumando nuevos nombres y acusaciones. "Yo no voy a tener una puerta giratoria en La Auxiliar cuando deje el Ayuntamiento", empezó Rosón. "Tampoco me ha llegado ninguna cesta y seguro que no me regalan viajes de lujo". Después criticó que La Auxiliar le haya amenazado con una querella "por sacar a la luz" estas relaciones y relató por encima las conexiones entre la Yeguada Picos de Europa del ex alcalde Popular, la empresa de seguridad del ex gerente de Gesuosa Luis Gómez, y el hecho de que José María Varas, gerente en Asturias de La Auxiliar, fundó una cofradía y dirigió la hermandad de cofradías, que, dijo, homenajeó a Gabino de Lorenzo.

El concejal del PP, Gerardo Antuña, replicó a las críticas denunciando una supuesta red de "amistades" a la que, denunció, el grupo de Somos ficha a través de contratos menores en el área de Participación Ciudadana.

El fin del pleno, antes de la votación, acabó con una breve intervención del alcalde aclarando los intentos del tripartito de remunicipalizar el servicio a pesar de los reveses judiciales entre acusaciones del PP de haberse "podemizado".