La pareja detenida durante la madrugada del martes al miércoles por lesionarse mutuamente quedó ayer en libertad después de negarse a declarar en un juicio rápido y que el magistrado sobreseyese el caso porque la Fiscalía no encontró indicios en su contra.

El hombre acudió al juzgado con heridas evidentes en la cara y el cuerpo al igual que la mujer. La Policía Nacional les había detenido en un piso del edificio número 42 de la calle Viseu (en el Naranco, cerca de Villamejil) y que es la residencia del varón.

Los vecinos de la pareja llamaron al 091 hacia las dos de la mañana asustados por los gritos que oían. Tanto es así, que algunos llegaron a pensar que estaban practicando sexo duro y aseguraron que no era la primera vez que pasaba. Otros dijeron que también habían sentido llorar a un niño y temieron que se tratase del hijo del inquilino del piso, aunque luego se puso comprobar que el crío no estaba allí esa noche, sino en casa de un familiar.

Los agentes sospecharon que era un caso de maltrato mutuo, Las heridas del hombre eran de mayor gravedad que las de la mujer. De hecho, el varón presenta heridas punzantes en un glúteo, posiblemente producidas con un objeto afilado, y la mujer tenía varias contusiones en el cuerpo de diversa consideración. Además, la pareja había cumplido hace poco una orden de alejamiento y sin embargo estaban juntos.

Pese a que en un primer momento fueron trasladados al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para someterse a una revisión completa y tratarles de sus lesiones, les llevaron después a las dependencias policiales, pendientes de pasar a disposición judicial porque las heridas no revestían carácter de gravedad y sólo precisaron atención médica ambulatoria.

El último caso de maltrato en Oviedo ocurrió el 18 de noviembre en La Corredoria. Al parecer, una pareja discutió por la noche en su vivienda de la calle Pablo Alonso Rato y el hombre, de 42 años, zarandeó y rompió el móvil de la mujer, de 36, que sufrió lesiones en el cuello, un hombro y una mano. Presa del pánico, bajó al portal para pedir ayuda y los vecinos del entorno llamaron a la Policía Local, aunque, como marca el protocolo, la Policía Nacional se encargó de tramitar las diligencias del caso a través de su Unidad de Familia y Mujer (UFAM). El Juzgado de violencia sobre la mujer de Oviedo condenó al hombre a cuatro meses de prisión y además dictó una orden de protección durante dos años sobre la víctima con el mandato de alejamiento.