Aliatar ya estaba nervioso por llegar a Oviedo. Ayer al fin lo consiguió después de recorrer un largo camino. "Tenía muchas ganas de recibir a los niños y escuchar todo lo que piden a los Reyes Magos. Tomé buena nota de todo", comentó satisfecho mientras el pequeño Ignacio Álvarez le detallaba todo lo que había escrito en su carta. Eso sí, andaba muy sorprendido porque muchos niños le comentaron al oído que pedían disfraces, espadas y otras cosas relacionadas con las películas de "La Guerra de las Galaxias".

En el edificio del Pavo Real, en el Campo San Francisco, la SOF no sólo le buscó un buen acomodo, sino que también organizó un taller para que los niños hagan coronas, escriban sus cartas y, en definitiva, den rienda suelta a su imaginación, que es lo que importa. Y en su trono el emisario de los Reyes Magos permanecerá hasta el próximo miércoles, por la mañana de 12.00 a 14.30 horas, y por las tardes desde las 17.00 hasta las 20.00 horas.

Begoña Álvarez animaba a su hija, Leire Prieto, a que se sentara sobre las piernas de Aliatar, ya que de esta manera podría decirle mejor todos los regalos que le pedía. Ignacio Álvarez, que no perdía detalle, era el siguiente en pedir audiencia, y detrás de él, muy impaciente, estaba Jorge García, acompañado de su madre, Belén Díaz, que le recordaba todo lo que había escrito en la carta a los Reyes.

En el taller que está situado justo enfrente del trono de Aliatar, ayudado por dos pajes que también llegaron de lejanas tierras, está la zona en la que los niños pueden dar rienda suelta a su imaginación, y ahí estaban Íñigo y Pablo Guisasola junto a Alicia Suárez, bajo la atenta mirada de Paula Suárez, que les ayudaba y animaba a realizar sus manualidades.

Igual hacían Óscar y Cayetana Morilla, que estaban acompañados de su madre, Covadonga Álvarez; mientras que a su lado los pequeños Inma Aldecoa y Carlos Uría hacían verdaderos malabares para conseguir una corona que poco después ponían en sus cabezas.

"Animo a los niños y sobre todo a sus padres a que vengan a verme, que yo atenderé a sus ilusiones", señaló Aliatar sonriente.