Ángel FIDALGO

Ganas y curiosidad por descubrir el firmamento. Ése fue el espíritu que reunió a los cientos de participantes que asistieron a las primeras Jornadas "Cosmoviedo", que se clausuraron ayer por la noche en la terraza del auditorio Príncipe Felipe. La contaminación lumínica y atmosférica, propia de una ciudad, no fue un obstáculo.

Y lo mejor de todo: asistieron muchos niños. El encuentro fue organizado por los entusiastas integrantes de la Asociación Astronómica de Oviedo. "Después de tres días estamos cansados, pero muy animados a continuar con estas jornadas. Los asistentes, tanto a las conferencias como a las observaciones de estrellas y planetas, superaron las mejores de nuestras previsiones", afirmó ayer a este periódico Rubén Ramos, uno de los organizadores.

Doce conferencias, todas pronunciadas por reconocidos expertos llegados desde distintas partes de España, y las observaciones, que reunieron cada noche a una media de trescientos asistentes, son motivos más que suficientes para ir pensando en las jornadas del próximo año.

"Las haremos otra vez en diciembre, porque estadísticamente es el mes con el cielo más despejado y con más estrellas que se pueden observar, y, por lo tanto, el más apropiado para realizar observaciones astronómicas con los telescopios que disponemos", precisó Marcos Suárez, otro de los organizadores, que certificó con evidente orgullo el éxito de estas jornadas de divulgación científica.

"Lógicamente, éste no es el lugar más adecuado para hacer observaciones, ya que lo ideal sería en lo alto de un monte y sin contaminación lumínica, pero lo importante es que fue un buen comienzo. Ya habrá tiempo para ir mejorando", señaló Marcos Suárez, mientras ayer hacia las nueve de la noche el improvisado observatorio astronómico quedaba vacío.