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CARMEN ORDIZ PÉREZ

"Tenía muchas ganas de volver a Oviedo para quedarme, adoro mi ciudad"

"La alta cocina asturiana sigue vinculada a la cocina familiar; los principales estrellas Michelin vienen de varias generaciones ante los fogones de casa"

"Tenía muchas ganas de volver a Oviedo para quedarme, adoro mi ciudad"

Es un placer charlar con Carmen Ordiz sobre gastronomía, sobre Asturias, sobre cocina o sobre lo que toque. El conocimiento que tiene de las materias que explica lo transmite y lo contagia de una forma absolutamente natural, como es ella aún con el impresionante curriculum que tiene, con 25 años recién cumplidos. Le apasiona la gastronomía y la restauración pero también Italia, su familia, sus amigos, coser, los vinos, disfrutar del momento, el "Oviedín del alma" como ella matiza; viajar, experimentar y volver. Sobre todo volver finalmente a vivir en esa ciudad de la que partió con 17 años hacia Pollenzo (Italia) en cuya universidad se diplomó en Ciencias Gastronómicas en 2013. Eso si, antes, y con 19 años, se convirtió en la sumeller más joven de Europa en su momento.

Mientras elabora la receta que hoy protagoniza esta página habla con rapidez sin perder de vista lo que tiene entre las manos. "Yo creo que la base de cualquier receta es que tengas un buen producto, si no lo tienes da igual como cocines, una buena materia prima es esencial" recuerda y mientras hace un repaso a sus frenética actividad formativa a su regreso a su ciudad natal, por la que siente una gran querencia. "Cuando terminé la carrera me vine para tener un año sabático y cursé un máster de Social Media Manager y un curso de especialista en protocolo y ceremonia del Estado e Internacional otorgado por la Universidad de Oviedo y la Escuela Diplomática de Madrid", añade. Actualmente trabaja en una empresa de comunicación gastronómica.

En el año 2014 abrió un blog sobre gastronomía que, actualmente, se encuentra entre los mejores de Asturias y con un impresionante número de seguidores. Se llama G de Gastronomía. "Cuando nadie lo hacía a mi ya me daba por hacer fotos a los platos. Yo era muy friki y los subía a mi perfil personal. Al final los amigos me animaron a poner en marcha el blog y la verdad que no puedo estar más contenta y sorprendida. Está hecho para que llegue a todo el mundo y lo puedan disfrutar. Hay que ser claro y al mismo tiempo que resulte interesante y útil", destaca.

Carmen es una enamorada de la cocina asturiana: "tiene historia, buen producto, paisaje y paisanaje. La alta cocina asturiana sigue muy vinculada a la cocina familiar, los principales estrellas Michelín vienen de familias de varias generaciones ante los fogones", matiza.

Y luego está Oviedo, su ciudad, a la que tanto quiere. "Mi hermano y yo somos, como se dice aquí, del Oviedín del alma". Tenía muchas ganas de volver. Me fui muy joven, con 17 años, me marché a la edad justa para luego tener ganas de volver. Mi futuro lo veo en Oviedo y mi ilusión es tener un trabajo que me permita vivir aquí de forma definitiva. Una de las cosas que más me presta es algo tan sencillo como cruzar el campo de San Francisco, frente a él vivía mi abuela", dice ella sonriente.

En cuanto a la receta de hoy dice que se la enseñó una chica de Roma con la que vivía mientras estudiaba en Pollenzo. "Los italianos se cabrean mucho cuando se dice que la carbonara lleva nata y no es así, porque se hace con huevo. Es muy fácil de preparar y seguro que, quien la cocine, sorprenderá gratamente a sus comensales. ¡Está riquísima!".

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