La tasa de gripe de Asturias casi quintuplica el promedio nacional. La incidencia en el conjunto de España aumentó la semana pasada a 138 casos por 100.000 habitantes, en tanto que en Asturias escaló hasta 636 por 100.000. En todo caso, la crudeza de la epidemia es desigual en el territorio español. Por ejemplo, Castilla y León registró 320 casos por cada 100.000 habitantes.
En los últimos años, resulta habitual que la epidemia de gripe arranque en Asturias varias semanas antes que en el resto de España. También es frecuente que la curva epidémica descienda antes. Las autoridades sanitarias de la región no suelen dar demasiada importancia a este desfase. Influyen, entre otros, factores meteorológicos.
Según la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, existe una epidemia de muy alta intensidad en Asturias, media en Castilla y León, y baja en el resto de las redes centinela del país. Las únicas excepciones son Aragón y Canarias, donde la acción del virus gripal es muy baja.
Desde el inicio de la temporada 2016-17 se han notificado en el conjunto de España 209 casos graves hospitalizados, y se han registrado 19 defunciones confirmadas. El peso de Asturias en este apartado es muy notable, con 37 casos graves y 8 muertes. Desde la Consejería de Sanidad se recomienda no establecer analogías directas entre comunidades autónomas en este apartado, ya que los mecanismos de seguimiento son heterogéneos. En el caso del Principado, la vigilancia de casos graves hospitalizados se realiza de forma centinela únicamente entre los residentes en el área sanitaria IV -que comprende Oviedo y los municipios limítrofes-, que son ingresados en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
En un análisis de los 37 casos graves computados en el Principado se observa que 13 requirieron ingreso en la unidad de cuidados intensivos. Los más afectados son los varones (60 por ciento del total del grupo) y las personas mayores (tres de cada cuatro casos se da a partir de los 65 años). El 86 por ciento de los casos presentaban algún factor de riesgo, principalmente enfermedades cardiovasculares, metabólicas y pulmonares. Seis de cada diez afectados con factores de riesgo no habían sido vacunados.
Entre tanto, los 8 fallecidos tenían entre 50 y 84 años, todos presentaban factores de riesgo, principalmente cardiovasculares, metabólicos e inmunosupresión. De ellos, 5 no estaban vacunados.
En la presente epidemia se observa un predominio casi absoluto de los virus gripales de tipo A. Y de los virus A subtipados, la práctica totalidad son virus A(H3N2). Ésta es la razón de que la actual epidemia de gripe sea la más cruda que ha afectado a Asturias desde el invierno 2008-2009 en lo que se refiere a las personas mayores de 65 años. El virus A(H3N2), distinto del que amenazó con una pandemia en el invierno 2009-2010, se caracteriza por su acentuada agresividad con los afectados de más edad.
Los técnicos de la Consejería de Sanidad no se atreven a determinar con exactitud cuándo se alcanzará el pico máximo de gripe de la temporada. La previsión que barajan es que la fase de descenso "se inicie a lo largo de este mes". "No obstante, las previsiones de la evolución de la gripe deben tomarse siempre con mucha precaución", advierten.
