Un argayo cercano al estadio Carlos Tartiere, entre la calle Ricardo Vázquez Prada y el parque Juan Mata, ha empeorado por la acción de la lluvia al desmoronarse más aún e invadir parte de la acera. El Ayuntamiento, a través de la concejalía de Seguridad Ciudadana, instaló el viernes por la noche (al poco de venirse abajo la tierra) unas vallas temporales en la vía para impedir el acceso de los peatones.

Está a punto de cumplirse un año desde que parte de este terreno se desmoronó y los vecinos denunciaron el mal estado de la zona y su peligrosidad. La lluvia caída entonces provocó el derrumbe parcial de la ladera, asustó a los viandantes, invadió la acera, echó a perder plazas de aparcamiento y cerró el paso de las escaleras aledañas que conducen al estadio de fútbol.

El Ayuntamiento aprobó el pasado 29 de julio el proyecto "Estabilización del talud" por un importe exacto de 251.965 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de ocho semanas, que aún está por realizar. Se trata de una obra de "grandes proporciones" y elevada dificultad pese a su corta fase de ejecución, de unos dos meses. Las características del terreno, de tipo arenoso, lo vuelven inestable y obligan a asegurarlo con diferentes técnicas.

Los vecinos de Olivares han denunciado en numerosas ocasiones la inestabilidad del terreno y la existencia de más de un argayo y posibles desmoronamientos de tierra en el entorno del Tartiere.