La Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago quiere celebrar "como se merece" la distinción que el año pasado concedió la Unesco al Camino Primitivo o "primigenio", reconociéndolo como Patrimonio de la Humanidad.

Y qué mejor forma de hacerlo que peregrinando. Así que ayer unos 120 caminantes, la mayoría de Oviedo y otros llegados desde Gijón y Avilés, salieron a las ocho y media de la mañana para volver a recorrer la senda del primer Camino conocido, el que eligió el primer y piadoso peregrino, Alfonso II el Casto, en el siglo IX, para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago.

A los pies de la imagen de San Salvador, en la Catedral de Oviedo, los peregrinos recibieron de Javier Suárez, delegado diocesano de peregrinación y párroco de la basílica de San Juan el Real, la "bendición del peregrino". Antes, el deán catedralicio, Benito Gallego, les había recibido a la entrada del templo.

Eso sí, el tiempo no acompañó en esta primera etapa, que terminó en Grado en torno a las tres de la tarde. La última culminará el 10 de junio en Santiago tras recorrer durante los fines de semana este emblemático camino.

"Los peregrinos estamos siempre dispuestos a caminar con condiciones meteorológicas adversas: no nos asustan y además estamos acostumbrados a ellas", comentó a LA NUEVA ESPAÑA Antonio Crespo, vicepresidente de esta asociación de entusiastas peregrinos, cuando salía de la iglesia de Santa Eulalia de Valduno, a la que se había desviado sólo unos metros para visitar las termas romanas, "que mucha gente no conoce y que merece la pena ver", afirmó el peregrino.

Esta primera etapa es sencilla a juicio de Crespo. "Menos la subida al Escamplero, el resto del Camino transcurre por tramos llanos, aunque por la lluvia los encontramos embarrados, pero sin mayor dificultad. Para el espíritu de un peregrino esto no es nada".

Y el Escamplero los recibió poco después de las diez de la mañana con un chaparrón de los curiosos. A las dos llegaban a Peñaflor algo dispersos porque la edad de los peregrinos oscilaba entre los 40 y los 70 años. Ya quedaba menos para llegar a Grado, lo que celebraron con una comida de hermandad.

"Aunque este Camino ya lo hicimos varias veces, esta ocasión es especial porque que sea Patrimonio de la Humanidad es muy importante. Promocionará mucho este Camino, sobre todo en el extranjero", comentó José Luis Galán, presidente de la Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago, cuando se encontraban por el Escamplero.

Los peregrinos extranjeros, recordó, "ya superaron el año pasado a los españoles, y esta declaración supondrá una aún mayor afluencia de peregrinos, sobre todo extranjeros". Pero a la Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago, que tiene trescientos socios, todavía le queda una espina clavada: atraer a los jóvenes. "Nos cuesta mucho trabajo que la juventud haga el Camino de Santiago, por eso empezamos a realizar actividades en los colegios, para que poco a poco se produzca una renovación generacional", señaló José Luis Galán.

Un Camino que, como destacó también Antonio Crespo, se puede realizar por distintas motivaciones: desde la espiritual o religiosa hasta la cultural o, sencillamente, deportiva. "Ése es su éxito, y por eso se continúa haciendo después de mil doscientos años".