Antonio Gamoneda presentó ayer en Oviedo su libro "La prisión transparente", que reúne tres de su poemarios. Lo hizo con un discurso que arrancó nostálgico, evocando los lugares de su infancia, y en el que reconoció algunas de sus limitaciones, como su dificultad para hablar de sí mismo como poeta. "Hoy, yo tendría que hablar de mí, pero no, y no es por buenos principios, es porque no sé", declaró. A pesar de sus años, la realidad para Gamoneda está llena de misterio, alguno tan simple y desconcertante como el que, según dijo ayer, le intriga desde hace años: "Que yo esté dentro de mí, eso no lo he logrado entender nunca". Luego él, que es Premio Nacional de Poesía. Posteriormente, en 2006, Prix Européen de Littérature, Premio Reina Sofía y Premio Cervantes, reconoció que "el poeta no sabe de sí mismo casi nada".

El acto transcurrió en la librería Cervantes, dentro de la programación del espacio cultural Foro Abierto, y Gamoneda llamó la atención sobre lo próxima que está a su lugar de nacimiento. "Yo nací a pocos metros de aquí, en la calle Melquíades Álvarez. No soy de creencias muy etéreas, pero esto conlleva cierta devoción porque supone una cercanía al espacio de mis padres", manifestó.

Y contó que fue su padre el que le enseñó qué es la poesía, además de a leer.

Antes de Gamoneda hablaron el escritor Manuel García Rubio y Jeannette Lozano, traductora y poeta como ellos, en representación de la editorial "Vaso Roto", que publica el volumen.

Fue un acto informal, que muchos siguieron de pie. En el local coincidieron algunos artistas plásticos locales, como Cuco Suárez, Fernando Alba y Miguel Galano.

Primero intervino Jeanette Lozano, que habló de la "ambigüedad del ser humano" a la que hace referencia Antonio Gamoneda en sus obras. Citándolo, señaló también que "el hambre y la sed son la prostitución de todo poeta".

Tras la editora intervino García Rubio. El se refirió a la obra de Antonio Gamoneda como a "una poesía que cala, que inyecta, que eriza el vello..." y aludió a cómo para el poeta ovetense la poesía es "un no saber sabiendo". Para García Rubio, Gamoneda es "un escritor enorme y un hombre ejemplar".

Además, le agradeció su "generosa amistad", que en alguna ocasión, reveló, fue "muy importante" para que García Rubio siguiera adelante con su vocación y se mantuviera en "sus trece" con la poesía, según él mismo admitió.

Antonio Gamoneda contó, a lo largo de su intervención ante un público entregado, que un día hizo un descubrimiento: "La prisión transparente era yo". La prisión de la que habla da título al libro que se presentaba ayer y es el encabezamiento del primero de los tres poemarios que lo componen.

Además de "La prisión transparente", el volumen contiene los versos de "No sé" y "Mudanzas", cada uno con un tono distinto. El libro se ha publicado en España y en México y, en cierto modo, constituye un homenaje de la editorial al poeta ovetense.