"Los teléfonos móviles, ese gran mando a distancia llamado a controlar nuestras vidas, han secuestrado las miradas, que siempre van pegadas a una pantalla". Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA José Luis Orihuela, doctor en Ciencias de la Información, profesor de la Universidad de Navarra, experto en redes sociales y en el impacto de la innovación tecnológica sobre los medios y los modos de comunicación.

Orihuela, que impartió la conferencia "Cómo educar a una generación conectada", aclaró a padres y educadores que la vida virtual es completamente real, y a la vez alentó a ayudar a los jóvenes a volver a mirar a los demás a los ojos. "La tecnología ha acortado las distancias. Ahora, si en tres segundos no me contestan un mensaje me pongo nervioso", comentó el profesor, que precisamente opina que esa distancia es necesaria para generar respeto. "Por eso las redes sociales se han convertido en un estercolero; para poder apreciar muchas cosas necesitas distancias", indicó.

"Ese tiempo real que se exige en internet no puede aplicarse a todas las cosas de la vida", advirtió José Luis Orihuela. "Algo es valioso porque le has dedicado tiempo; los conocimientos y la experiencia no pueden pasarse de padres a hijos en un pendrive".

A José Luis Orihuela, que rechaza la visión apocalíptica de internet y sus efectos, sí le preocupa esa cultura de los "likes" que vuelve a la gente adicta a la aprobación de los otros. "Nos hemos vuelto adictos al reconocimiento de los demás y calibramos el valor de nuestros actos en función de eso; ése no es el modo de construir una autoestima digital, es necesario ser menos dependientes". "Educar a una generación conectada requiere apostar por la alfabetización digital de padres, maestros y alumnos", recomendó Orihuela.

Internet fue diseñada para no ser controlada y en muchos casos la red controla incluso la vida familiar, dio a entender el profesor, "los móviles deben estar fuera de la mesa, es una regla sencilla y eficaz que yo aplico en mi casa, y si su hijo dice que necesita dormir con el teléfono al lado para despertarse regálenle un reloj despertador", comentó con ironía. La conferencia, organizada en colaboración con la Asociación de Antiguos Alumnos de la Universidad de Navarra, también contó con la participación de Diego Maraña y Eduard Puigvert, vocales de Admisión y Actividades, respectivamente, de la Junta Territorial de Asturias de la Universidad de Navarra. Ambos destacaron el alto nivel de internacionalización de la entidad, siempre presente en las listas más prestigiosas, que mantiene convenios con Harvard y con otras universidades líderes en el mundo.