Los arquitectos ovetenses tienen claro lo que hacer con el solar del viejo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA): "derribar ya" los edificios, no buscar soluciones provisionales y dejar la finca en barbecho hasta que aparezca la actividad que rellene sus 235.000 metros cuadrados para vertebrar "las tres ciudades que conviven en Oviedo". Éstas son el concejo (asociado a los exigencias de los vecinos del Cristo y su entorno de la necesidad de revitalizar la zona tras el traslado del HUCA), la capitalidad y el papel primordial de Oviedo como motor tractor del área metropolitana, lo que hace años se bautizó como ciudad-región.

Éstas fueron algunas de las reflexiones que ayer pudieron escucharse en la sede ovetense del Colegio de Arquitectos durante la presentación, y el debate posterior, del documento realizado por el grupo de urbanismo de Oviedo (GUO) de la entidad colegial realizado por Marcos de Balbín, Víctor García Oviedo y Carlos García de la Mata. Precisamente García de la Mata fue el encargado de poner voz a la presentación del informe sobre el solar del viejo complejo sanitario, que calificó de "muy importante para Oviedo" y para el que solicitó "una mirada ambiciosa para hacer de ella una ciudad de futuro".

A su juicio, una buena gestión de los 235.000 metros cuadrados que tiene el solar (dos veces y media la extensión del Campo San Francisco) convertiría a Oviedo en "protagonista a nivel regional, estatal, e incluso, a nivel internacional". Por eso recomendó, entre otras cosas, "reservar el espacio para usos productivos". La idea de este grupo de urbanistas pasa por convertir el lugar en una bolsa de suelo de uso público y al mismo tiempo tener en cuenta su entorno, como la presencia del campus universitario. ¿Y en qué se traduce esto? Pues en convertir parte de la parcela en un gran parque y dotar a la zona de "un espacio de respeto a la Universidad".

La palabra parque fue utilizada varias veces, aunque matizada por Víctor García Oviedo, que aclaró que tras esta denominación pueden añadirse otros conceptos, en referencia a la posibilidad de un parque empresarial "de alto valor añadido" o de edificios vinculados al campus universitario o para aprovechar el tirón del Palacio de Congresos del Calatrava. De ahí que García Oviedo no dudase en afirmar que el solar del viejo HUCA "es la máquina productiva del futuro del que va a vivir toda Asturias". Pero insistió "póngase lo que se ponga tiene que haber una zona verde". Al mismo tiempo, advirtió de "las miradas cortoplacistas". En este punto se refería con claridad a los planes que el Ayuntamiento de Oviedo y el Principado tienen en marcha para dar usos provisionales a ciertas zonas del abandonado complejo. García Oviedo fue claro: "Las medidas provisionales acaban haciéndose definitivas". Y para tranquilizar a los vecinos, que llevan tiempo reclamando una solución al solar, dejó caer que "si se hace un Central Park a escala Oviedo puede que los edificios del entorno doblen su valor". Durante el debate, el arquitecto Felipe Díaz de Miranda descartó que se rehabiliten edificios del antiguo Hospital - "están todos súper amortizados", dijo- y abogó por "empezar a demoler ya toda esa pléyade de edificios que no son sostenibles".

Por su parte, el también arquitecto Enrique Balbín coincidió con sus compañeros en que "los edificios me sobran por completo, están muy deteriorados" y recomendó hacer con ellos "buenos cascotes de escombro". Pero sí que explicó que se pueden ir haciendo "conexiones peatonales" de la finca con el resto del entorno. Esta reflexión coincidió con la de Marcos de Balbín, que consideró "importante tirar los edificios" para que cuando llegue "la oportunidad la podamos aprovechar" y evitar los retrasos burocráticos.

Otra aportación del informe se centra en la necesidad de mejorar las conexiones de la zona con el resto de la ciudad, y se planteó la posibilidad (tal y como refleja el gráfico que acompaña esta información) de conectar con un viario y con vías de ferrocarril a través de Montecerrao. Lo que descartaron los arquitectos fue destinar parte del suelo a viviendas, ya que la parte residencial "ya está construida". Una reflexión que fue aplaudida por Ramón del Fresno, representante vecinal del Cristo.