"Este verano, el campanario del monasterio de San Pelayo estrenará un carillón que la comunidad de benedictinas ha encargado a la empresa alemana Bachert. El carillón estará formado por seis campanas, cada una de ellas con una de las notas y el mordiente que forman el 'Salve, Regina' del canto gregoriano, que sonarán desde la torre gemela de la aguja de la Catedral de laudes a completas. El ordenador que las acciona no tendrá programado el toque de maitines, 'para no molestar', según explica María Teresa Alvarez, abadesa de un convento casi tan antiguo como la propia ciudad".