Alfredo de la Roza tendrá una calle en Oviedo. La concejala de Participación Ciudadana y teniente alcalde del Ayuntamiento de Oviedo, Ana Taboada (Somos), se comprometió ayer con varios miembros de la Agrupación Vocal Alfredo de la Roza, todos alumnos del que fue maestro de capilla de la Catedral y fundador de la Escolanía de San Salvador, a cumplir el acuerdo del anterior gobierno del PP, que en 2013 aprobó poner su nombre a una calle. Aquella decisión quedó en suspenso y con ella una decena de nombres más para otras tantas calles.

Ahora, el gobierno local ha asumido la petición de los antiguos alumnos del maestro, y ampliada, porque se propone inaugurar la calle con su nombre en octubre, coincidiendo con el décimo tercer aniversario de su fallecimiento, y acompañar ese acto con un homenaje.

El nombre de De la Roza ha quedado al margen del último cambio en el callejero ovetense, impulsado por el ejecutivo tripartito local (Somos, PSOE e IU) en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Los portavoces de la Agrupación vocal Alfredo de la Roza, que también representan a la Escolanía de San Salvador -la primera en promover la concesión de una calle para su fundador- recogieron en su día más de mil trescientas firmas de apoyo.

Ayer, durante su reunión con Taboada, ésta les explicó que el gobierno local ha preferido mantener el nombre de Alfredo de la Roza, y el resto de los aprobados y pendientes de asignación de calle, al margen de la polémica por el último cambio en el callejero y se comprometió a hacerle hueco en una de las zonas en expansión en la ciudad. Antes de que la decisión sea firme se consultará con los impulsores de la iniciativa.

Inda Santos es uno de ellos y forma parte de la Agrupación Coral Alfredo de la Roza. Echa cuentas de los méritos del maestro y afirma que "para la música coral fue muy relevante, un adelantado a su época: antes del Concilio Vaticano II hacía obras religiosas en castellano". Añade que "fue un personaje importante para Asturias y para Oviedo. Vivió siempre en el Seminario, llegó cuando se estaba construyendo y murió allí". Además, "dirigió el Ochote Principado, estuvo por todo mundo, fue un viajero empedernido y traía música de todas partes que traducía". De la Roza, continúa Inda Santos, "fundó en 1972 la Escolanía San Salvador, que abrió a las niñas", una decisión casi revolucionaria cuando las escolanías eran solo para varones. Y lo que aún hace más grande a su maestro, añadió, es que, a pesar de sus logros y su talento, "era la persona más humilde del mundo".